Lo suyo siempre fue adelantar pasos. Carlos Castro ha protagonizado una continua escalada de categorías, más veloz que lo acorde a su edad, en la cantera rojiblanca. Una dinámica que también ha tenido su reflejo en el primer equipo. El de Ujo aterrizó la pasada campaña en Segunda División como recurso de urgencia ante la ausencia de fichajes. Despachó el año convirtiéndose en el segundo máximo realizador del equipo, con nueve tantos, exprimiendo al máximo haber ejercido como el atacante con menos minutos. "Soy más bien tranquilo", afirma ante el nuevo reto de aterrizar en la máxima categoría. "Estoy preparado para jugar en Primera. No me van a poner nervioso ni el Camp Nou ni el Bernabéu", asegura.

Carlos Castro aparenta normalidad en los momentos en los que muchos admitirían ciertas dudas. El de Ujo está acostumbrado a superar continuas barreras con el gol como firma. Una dinámica que aplica en la que considera la temporada más ilusionante de su carrera deportiva, y para la que mantiene un respeto que no va acompañado de ningún temor a rivales ni refuerzos. Su atrevido fútbol también tiene su extensión en la forma en la que encara su rol en la plantilla.

"Es lo mismo que se busque reforzar la delantera. Hay que competir en cada entrenamiento para ganárselo en el campo y si llega algún fichaje, no significa que vaya a ser titular. Nos lo disputaremos en los ensayos", advierte Castro, quien considera que la competencia en el equipo ya es alta. "Tenemos a Guerrero, acaba de subir Mendi... Eso es bueno. Ayuda a esforzarse mucho más y a sacar el mejor nivel", añade el de Ujo.

Carmona no debutará este año en Primera, como Carlos Castro, pero casi. El balear lo hizo, con 17 años, en las filas del Mallorca. "Jugué un único partido. He dado, desde entonces, muchas vueltas. Lo afronto ahora con muchas ganas, y más en un club como el Sporting", señala. El futbolista rojiblanco valora positivamente el trabajo que está realizando el equipo durante las primeras semanas de trabajo de cara a ese estreno en la competición. "Estamos bien, cogiendo ritmo y las ideas que quiere el entrenador. En algunos partidos hemos variado el sistema de juego, y creo que iremos recuperando la chispa con la que finalizamos la pasada campaña", destaca. No se pone metas más allá del primer compromiso liguero, ante el Real Madrid, y se muestra confiado de la capacidad de la plantilla más allá de que lleguen o no refuerzos. "Tenemos que ver cada partido como una final, pero sin obsesionarnos con la permanencia. Hay que dejarse la piel porque nos costó mucho llegar aquí", concluye.