"Sinceramente no creo que vuelva a disfrutar del fútbol como lo he hecho aquí porque ha sido un año maravilloso para todos". Iván Cuéllar nunca pasa desapercibido cuando se pone ante los micrófonos. En la madrugada de ayer lo hizo en el programa Tiempo de Juego, de la Cope, a nivel nacional. Cuéllar manifestó su sportinguismo, las causas que le han llevado a renovar su contrato con el club y las emociones experimentadas en Gijón: "Este ascenso es lo más grande que he vivido en mi carrera por las dificultades que hemos superado y porque aparte de entrar en la historia de la Segunda División, lo hicimos también en la de un club centenario como el Sporting que ha vivido tardes de gloria con jugadores como Quini". Cuéllar reconoció que se ha sacado la "espinita" que le había dejado la derrota ante Las Palmas en la promoción de ascenso de la temporada anterior.

Cuéllar defendió al vestuario rojiblanco que, a pesar de la sanción que le impedía fichar y de los impagos del club, consumó el ascenso. "Este equipo ha sufrido bastantes limitaciones durante el año pasado y ha demostrado una calidad humana y un esfuerzo tremendo. No se ha hecho ninguna queja pública, ni se ha proclamado contra la gestión. Es un orgullo el comportamiento que han tenido", destaca Cuéllar que lamenta el sistema de castigos que impone la Liga y que perjudica a equipos y aficiones: "Las sanciones son directas contra el equipo y no contra la gestión. Yo entiendo que hay un problema serio en cuanto a saber a quién hay que castigar por un mal trabajo o una mala gestión. Nosotros bastante hemos hecho con apartar lo extradeportivo y hacer historia cuando nadie daba nada por nosotros y encima hemos subido al equipo a Primera". El portero rojiblanco se mostró convencido de que "hemos salvado económicamente a un club, estos chavales tienen mucho valor". Su conclusión es que "la sanción golpea directamente al equipo y creo que se equivoca, ya que tendría que ir contra los gestores".