Dos meses y una semana después de aquella tarde sevillana en la que el Sporting consumó su regreso a Primera División, el equipo de Abelardo se dispone a comenzar una exigente temporada. Los síntomas son positivos, a pesar de la evidente dificultad de un segundo año con limitaciones a la hora de buscar refuerzos. La exigencia será máxima en Primera División. El Sporting ha emitido señales positivas durante la pretemporada, que permite extraer algunas conclusiones sobre el comportamiento del equipo. Tradicionalmente, el objetivo de la permanencia en Primera División se marcaba en 42 puntos, aunque en las últimas campañas se ha abaratado ligeramente. El objetivo pasa por superar a tres equipos. El verano deja la sensación de que se verá un Sporting parecido al del curso anterior, pero con un punto más de maduración. La gran pregunta es si con eso alcanzará.

Un equipo hecho y engrasado. La única buena noticia que traen consigo las limitaciones para fichar es que los engranajes del equipo no necesitan calibrarse. Abelardo, con un bloque calcado al del curso anterior, ha dedicado el verano a buscar alternativas dentro de su plantilla. Con pequeños matices, el Sporting aplicará la misma receta de la temporada pasada, con los mismos futbolistas. La prioridad para Abelardo sigue siendo que su equipo sea capaz de competir ante cualquier rival y que el Sporting sea un equipo difícil de ganar.

Mantener el bloque. Ante las dificultades para fichar, el Sporting apostó fuerte por mantener el bloque que había logrado el ascenso. Dos de sus piedras angulares, como Sergio y Cuéllar, terminaban contrato y el club logró retenerlos con un importante esfuerzo económico. También se ató a Rachid y se selló la continuidad de Juan Muñiz y Hugo Fraile, beneficiados por la sanción de la Liga.

La seguridad defensiva. La gran virtud del Sporting de Abelardo ha sido su sistema defensa. Como buen central, el Pitu entiende que los equipos se arman desde atrás. Se confía en el comportamiento de Bernardo y Luis Hernández, pero Abelardo soñaba con la llegada de algún refuerzo más para la zaga porque en Primera se espera que haya más lesiones (por la superior exigencia física) y más sanciones. Jorge Meré es la principal alternativa, pero haría falta un cuarto central y un lateral derecho. La portería está bien cubierta, como quedó de manifiesto con la actuación de Cuéllar ante el Villarreal, con Alberto como alternativa al extremeño.

Crecimiento de futbolistas. Técnicos y exjugadores consultados por este periódico sobre las sensaciones que les deja este verano apuntan al crecimiento de algunos futbolistas que parecían más inmaduros el curso anterior. Los principales nombres que se ponen sobre la mesa son los de Carlos Castro y Pablo Pérez. El delantero de Ujo ha ganado peso y ha mejorado en las disputas. Pablo Pérez está más fuerte, ha ganado masa muscular y parece capaz de competir ya durante noventa minutos. Su larga zancada por la derecha ha sido una de las novedades del verano. También reciben elogios las señales emitidas por Sergio y Nacho Cases. El avilesino sigue sin tocar techo y se espera mucho de su rendimiento en Primera.

El problema del gol. Si en Segunda ya era un problema, en Primera se agrava el problema. Las oportunidades serán menos y el porcentaje de acierto tendrá que aumentar. La llegada de Sanabria ha generado enorme expectación en el sportinguismo. Habrá que esperar a ver su rendimiento, aunque el club sigue buscando otro delantero. Guerrero y Carlos Castro merecen la oportunidad de competir en la máxima categoría.

Un marcado equipo titular. Aunque Abelardo se resiste a admitirlo de palabra, sí que lo ha hecho de obra. El sportinguismo tiene claro, a día de hoy, cuál es la alineación titular del Sporting. Con Pablo Pérez prácticamente consolidado en la derecha y, a la espera de ver el rol de Mascarell y Sanabria, el primero lo tiene complicado, el once rojiblanco parece claro. Para colmo, los reservas no lograron reivindicarse. La mala imagen de Ponferrada y la discreta de León, no son un estímulo para los cambios.

El famoso segundo mercado. El director deportivo rojiblanco, Nico Rodríguez, apura las gestiones para intentar cerrar alguna incorporación más. Abelardo querría un segundo punta que pudiera actuar por las bandas y un central, aunque no está claro que haya margen para cerrar dos incorporaciones más. Lo único seguro es que, si se producen, será en términos similares a las de Mascarell y Sanabria, es decir, el tope a pagar por el Sporting será el mínimo salarial de 130.000 euros. El cierre del mercado suele traer muchas operaciones.