La taquilla de El Molinón abrirá sus puertas a las diez de esta mañana para comenzar a despachar las entradas disponibles para ver al Real Madrid. No serán muchas. El club ya se mueve en el filo de los veintidós mil abonados, en torno a un millar se enviarán a Madrid y hay que descontar las de protocolo y las comprometidas con los patrocinadores del club. En el mejor de los casos, serán algo más de cuatro mil las entradas que se pongan a la venta, aunque habrá que considerar también las que liberen los abonados que puedan asistir al encuentro. A última hora de la tarde de ayer, los primeros aficionados hacían ya cola para asegurarse una localidad. El club limita la venta a cuatro por persona, para reducir el riesgo de reventa y la posibilidad de especulación con las entradas.

Severino Franco, Ignacio Quesada y Kevin da Costa son los primeros de la fila y acuden pertrechados con todo lo necesario para una noche al raso, con el único abrigo de El Molinón, el campo más antiguo del fútbol español. El club no distribuyó números ayer como sí hizo semanas atrás cuando una gigantesca cola aguardaba para darse de alta como abonado. Fue un esfuerzo terrible para el personal, que pasó toda la noche repartiendo números. Esta vez habrá que aguardar la cola.

La visita del Real Madrid es día de ayuda al club, por lo que los abonados tendrán que pasar por taquilla y abonar 20 euros. Ellos pueden hacerlo en todas las tiendas oficiales del club o en la oficina de abonados. La cola que se inició ayer es para adquirir entradas de no abonado, cuyo precio oscila entre 70, 90 y 110 euros. Además hay una entrada infantil (menores de 12 años) a 35 euros. Las taquillas abren a las diez de esta mañana y hasta agotar existencias. Parece seguro que el Madrid agotará el papel.