Una de las sensaciones de la vuelta al trabajo del Sporting es la mejoría física de Pablo Pérez. Consciente de su punto débil, el futbolista decidió este verano poner remedio a su falta de músculo. Con el beneplácito de Gerardo Ruiz, preparador físico del Sporting, buscó la ayuda de profesionales. "Estuve yendo con un entrenador personal de Avilés para obligarme a hacer los deberes que me manda Gerardo Ruiz", bromea el futbolista que continúa explicando que su objetivo era el de "llegar un poco más fuerte, un poco mejor físicamente y que se note al principio de temporada". El resultado es evidente. Esa mejoría física también muestra un jugador más activo, que gana muchas disputas y que resiste mejor el partido completo.

Aunque las pesas tuvieron un papel protagonista, el plan de entrenamiento incluía "un poco de todo. Hacíamos gimnasio, ejercicios de piscina, velocidad, carrera continua para coger fondo físico?". Todo ello con la supervisión de Gerardo Ruiz, como remarca el futbolista que insiste en que este esfuerzo se resume en "intentar aprovechar las vacaciones para no perder la forma física".

El entrenador personal fue también un antídoto contra la pereza, ya que obligó al futbolista a cumplir con sus ejercicios diarios: "Gerardo siempre está pendiente, te manda un trabajo. De esta forma me veía obligado a hacerlo todos los días sin arroncharme". A la vista de los resultados, Pablo Pérez se muestra satisfecho de la decisión tomada. "Creo que sirvió porque he llegado un poco mejor a la pretemporada y estoy contento de haberlo hecho", señala.

El colegial parece haber encontrado un hueco en la banda derecho, donde está rindiendo a buen nivel. "Lo que queremos todos es jugar. Intentaré hacerlo lo mejor posible donde me pongan. En la derecha me estoy encontrando bien. Como si tengo que ponerme de portero, lo importante es jugar, tener minutos y ayudar al equipo, concluye.