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Fondo Norte

A la espera del cuarto fichaje

El Sporting quiere un defensa, lo que demuestra que el cuadro técnico confía en que el equipo tiene gol

La Primera División da para mucho, como bien reconoce el gran timonel rojiblanco, el que dice ser y llamarse Abelardo Fernández, que está fabricando una obra de arte en lo que se refiere al trabajo defensivo de un equipo, desde la punta de ataque hasta la portería. Da para tanto que el Real Madrid sale crucificado del Anfield del Piles por ser incapaz de marcarle un gol a un recién ascendido, el Sporting, y a la semana siguiente le mete cinco a otro recién ascendido, el Betis de Pepe Mel. Ahora se descubre que no todo fueron deméritos de los blancos, sino que algún mérito habrán tenido los rojiblancos.

En San Sebastián hablan y no acaban del rigor táctico mostrado por este Sporting imbatido que llega con la mochila de la moral llena al primer parón liguero, obligado por los intereses de la selección, que viene a Oviedo con el desafío de alcanzar el liderato del grupo de la fase de clasificación de la próxima Eurocopa. El Sporting no ha celebrado aún un gol, pero no sabe lo que es encajar. No marcar en el partido ante el Real Madrid en casa y en el de la visita a la Real Sociedad no puede considerarse ningún fracaso.

En el mundo del fútbol cada minuto da para una historia. Este Sporting que no encaja goles y que es puesto como ejemplo de solidez defensiva está pendiente del último día del mercado veraniego, por vez primera en años, dicho sea de paso por culpa de la patronal. Los más finos analistas del lugar aseguran que si el Sporting hace la cuarta incorporación será la de un defensa. El detalle puede demostrar que el cuadro técnico no tiene miedo a la falta de gol y quiere mejor cubrir las espaldas de las gentes que se sitúan por delante de Cuéllar. El mercado, damas y caballeros, señoras y señores diputados, se cierra a las veinticuatro horas de hoy, que son las cero horas de mañana. Queda poco para saber si el cuarto fichaje, que no el cuarto protocolo (¿o era el tercero?), es o no una realidad. Permanezcan atentos a la pantalla, que diría Miguel Ángel Aguilar.

En días tan felices como éstos en el mundo rojiblanco las buenas costumbres han de mantenerse; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿qué jugador del Sporting estaba a la diez de la mañana de ayer en el gimnasio, muy pocas horas después de haber regresado de San Sebastián? ¿Fue falta o no lo fue el remate de chilena del madridista James que valió el cuarto gol de su equipo ante el Betis? ¿No estaba la cabeza del defensa muy cerca de la bota del colombiano? Por cierto, los defensores de Isco que lo enfrentan con el colombiano mejor se esconden detrás del burladero porque el malagueño sale perdiendo en la comparación.

Los tiempos, por razones desconocidas, son propicios para las más disparatadas comparaciones. Messi y Cristiano, por ejemplo, llevan dos partidos sin marcar y parece que el mundo se va a acabar. El Chelsea de Mourinho está ya a ocho puntos del Manchester City de Pellegrini y la Premier se ha terminado. Por no hablar de ese Éibar que se ha colocado en lo alto de la tabla tras dos victorias de indudable mérito y al que quieren comparar con el de la temporada pasada cuando empezó también como un tiro para desfondarse después. Pero este verano ha hecho una decena de fichajes, un imposible para el Sporting de acero.

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