El Sporting presionó más que el Éibar y creó las mejores ocasiones. Además del gol, marcado con un exquisito cabezazo de Mascarell a la salida de un córner botado por Juan Muñiz, Álex Menéndez culminó con un disparo al poste un hermoso eslalon en el que se deshizo de varios rivales, Juan Muñiz mandó un libre directo tan cerca de la cepa del poste que pareció gol y Carlos Castro estrelló en Asier Riesgo un remate a quemarropa. La munición armera fue escasa. Un buen remate de Arruabarrena en una estrategia que acarició el poste y un ultimo remate de Luna al que Alberto le achicó el hueco.
José Luis Mendilíbar sólo alineó a tres titulares habituales (Asier Riesgo, Adrián González y Capa). Pero la nómina de sus reservar incluye futbolistas como Borja Bastón, Juncá o Pantic, central cedido por el Villarreal. A estos dos últimos los pretendió el Sporting y recalaron en Ipurúa por sólidos argumentos económicos. Tan respetable como otros cualesquiera. La nota exótica en el conjunto armero la puso el inquiero japonés Takashi Inui que dejó algunos detalles interesante. Simone Verdi, cedido por el Milan, lució más como centrocampista que en la banda derecha.
Si en la primera parte, las fuerzas estuvieron más equilibradas, el Sporting se hizo el total dominador tras el descanso. La salida de los dos centrocampistas del Éibar a los que Mendilíbar dosificó allanó el camino.
Abelardo fue llenando el campo de guajes y como además están llenos de talento, el partido fue basculando del lado rojiblanco. Hasta que el gol llego de la forma más inesperada. Juan Muñiz ejecutó un córner con la precisión habitual y Mascarell cruzó un cabezazo impecable fuera del alcance de Errasti, portero del filial armero. La satisfacción de Abelardo fue máxima al término del encuentro. Los suplentes del Sporting llamaron con fuerza a la puerta de su entrenador para decirle que están dispuestos para entrar en acción. Los rojiblancos se dejaron ver y lanzaron un mensaje de tranquilidad. Todo son buenas noticias para el Sporting en este inicio de Liga. Ahora ya sabe que su armario tiene buen fondo.
