Vuelve a El Molinón, el campo que le vio crecer y se vio obligado a abandonar condicionado por un traspaso para maquillar una de las peores épocas económicas y deportivas del Sporting. Javi Fuego (Pola de Siero, 4-1-1984) retorna convertido en uno de los puntales del Valencia, con el que ha conseguido el regreso a la cúspide de Europa, la Liga de Campeones.
-¿Ilusionado con la vuelta a casa?
-Muchísimo. Se dan, además, todos los condicionantes positivos; el Sporting ha vuelto a Primera, El Molinón, tras la remodelación, está precioso, y en lo personal, llego con un gran equipo y disfrutando mucho de esta etapa. Han pasado seis años desde la última vez que jugué como visitante. Como aficionado he ido muchas veces, pero desde el césped será todo más intenso.
-¿Cómo ve al Sporting?
-Muy bien, en la línea de la temporada pasada. Es un equipo en el que predomina el bloque, muy intenso, siempre ordenado y que llega con muchos jugadores al área. El trabajo del Pitu y todo el cuerpo técnico está siendo muy bueno. Los resultados positivos de estas dos primeras jornadas les darán un plus de motivación. Les ha hecho darse cuenta de que pueden competir con cualquiera.
-¿Le sorprendió el buen arranque de los rojiblancos?
-Me sorprendió más que el Madrid, un equipo que se podría valorar como más solvente en el área, se quedara sin marcar, que las cualidades que mostró el Sporting. El Madrid lo intentó de todas las maneras y no fue capaz de meterle mano al partido.
-¿Qué partido espera el sábado?
-Un encuentro intenso y vertical. Somos dos equipos que suelen jugar muy bien colocados, que buscan evitar los contragolpes rivales. Será bastante parejo.
-¿Con este Sporting es más factible la permanencia?
-Si el equipo mantiene el nivel y sigue compitiendo así, estoy seguro que lo van a conseguir salvarse. Soy muy optimista, pero hay que ir paso a paso. Habrá momentos buenos y otros no tanto. Hay que mantener la calma.
-En el centro del campo le esperan Nacho Cases y Sergio.
-Soy muy de Nacho Cases, de Sergio... de todos. También de Rachid. Nacho y Sergio se complementan muy bien. Forman un centro del campo fuerte, que une músculo y capacidad de jugar el balón. A Nacho ya lo había visto en categorías inferiores cuando yo jugaba en el Sporting. A Sergio, entonces, lo tenía menos controlado, por ser más joven, pero ha sabido aguantar las épocas en las que le venían mal dadas, hacerse más fuerte, más profesional y ahora le ha llegado la recompensa. Para los sportinguistas y los que salimos de Mareo ver a este equipo, con tanta gente de la casa, es un motivo de orgullo. Lo sientes más como propio. A lo largo de la historia, en los momentos complicados, la cantera fue la que dio la cara por el club.
-¿Siente envidia sana por no haber podido disfrutar de una apuesta como la actual?
-No puedo quejarme, porque debuté en el primer equipo siendo juvenil. Tuve muchas oportunidades, aunque quizá en mi etapa se hubiera podido tirar un poco más de la cantera. Sólo puedo estar agradecido al Sporting.
-¿Vive el momento más dulce de su carrera?
-Cuando salí del Sporting, en Levante y Recre, viví momentos fuertes, tanto en lo deportivo, con descensos, como en lo institucional, con impagos y leyes concursales. Apareció un equipo esencial en mi carrera, el Rayo. Hubo también impagos, pero el ascenso y los años muy buenos que tuve en Primera División me dieron la oportunidad de llegar a un grande como el Valencia. Me alegro del recorrido que me tocó vivir. Sigo teniendo la misma ambición que cuando tenía 18 años.
-Aterrizó en Mestalla como un fichaje modesto y se ha convertido en una pieza clave.
-Al principio tenía la incertidumbre de cuál sería mi papel. No fui un fichaje de campanillas, llegué con 29 años, del Rayo, y a coste cero. Siempre he sido consciente de que, con trabajo, se puede conseguir todo. He notado que, con respeto, siendo humilde y trabajando he conseguido ir ganándome la gente de Valencia.
-¿Qué personas han sido importantes en esa constante progresión de Javi Fuego?
-Muchas. Los que siempre están a mi lado; mis padres, mi mujer, mi hija (Alba, de un año) que no juega, ni va al campo, pero me ha dado mucha estabilidad. Después, entrenadores como Sandoval y Paco Jémez. Ellos supieron hacerme ver que podía convertirme en un futbolista importante. También muchos compañeros: Movilla, Armenteros, Cobeño, Trejo... La mayoría, gente con la que coincidí en el Rayo.
-¿Cómo llega el Valencia, tras dos empates consecutivos?
-La primera jornada, ante el Rayo, competimos bien, pero no fuimos efectivos de cara a puerta. La segunda jornada, ante el Dépor, en Mestalla, creo que no dimos el rendimiento que debíamos. Los puntos en casa fueron los que nos permitieron estar arriba la pasada campaña, por lo que los dos puntos que perdimos tenemos que recuperarlos ahora.
-¿Sienten que esta jornada ya no puede pasar sin victoria?
-En un club como el Valencia se exige ganar, prácticamente, cada domingo. Tenemos que hacerlo ya porque los equipos de arriba ya están cogiendo posiciones. No es una urgencia máxima, pero sí que necesitamos los tres puntos para estar más tranquilos.
-¿Qué recibimiento espera en El Molinón?
-Estoy un poco expectante por saber lo que pasará. Supongo que será bueno. Siempre me he sentido respetado por la afición del Sporting. De todas formas, el sábado (por mañana), el público estará centrado en animar a los suyos a muerte, como siempre ha hecho.
-¿Se imagina, de nuevo, de rojiblanco?
-Creo que, a pesar de tener 31 años, me quedan bastantes temporadas en el fútbol. No descarto volver, es donde me crié, el club que sentí prácticamente desde que nací. Sin embargo, no es algo en lo que piense ahora. Soy muy feliz en Valencia y todavía me queda mucho por correr.
-Hay que decirle a Jorge Luis, el actual utillero y el hombre que le trajo a Mareo, que le convenza.
-Que vaya a la Pola a hablar con mi padre, como en aquella ocasión (se ríe).
