Tomás Hervás prepara el partido ante el Racing de Ferrol en Mareo (domingo, 12 horas) con las bajas ya confirmadas del lesionado Jaime Santos y del sancionado Cyril Dreyer. El técnico tiene también la duda del delantero Pablo Fernández, quien no ha podido entrenarse durante toda la semana.
El filial rojiblanco ha firmado un gran inicio de campeonato, con tres victorias en cuatro jornadas. "El año pasado no ganábamos porque nos penalizaban mucho algunos errores, pero competíamos. Ahora no tenemos que pensar que está todo hecho. Hemos sumado nueve puntos, sin más", avisa el técnico del segundo equipo.
Tomás entiende que el Racing de Ferrol será "la mejor piedra de toque" para ver el nivel en el que se encuentra su equipo. "Para nosotros es un partido de prestigio porque jugamos contra la mejor plantilla del grupo. Es el equipo llamado a ser el Oviedo de este año", valora el técnico berciano. En su análisis del conjunto berciano, Tomás señala que "han hecho muy buenas incorporaciones, además de lo que ya tenían y es un equipo muy bien equilibrado".
La ausencia del Cyril Dreyer en el centro del campo implica el regreso del juvenil de segundo año Pedro Díaz a la convocatoria del filial. Lo que no está tan claro es su titularidad, ya que sufrido un proceso vírico durante la semana. El otro candidato al puesto es Chus. Tomás debe madurar su decisión. El técnico aprovechó para enfatizar que la expulsión de Cyril Dreyer en Compostela le pareció "bastante injusta".
El preparador del segundo equipo rojiblanco dedica mucha parte de su discurso a llamar a la prudencia. "Estamos muy lejos aún del objetivo prioritario que es la permanencia y formar jugadores para el primer equipo", argumenta.
La experiencia le advierte de que "es muy difícil competir en una categoría como Segunda B para un equipo filial". Para refrendar su opinión aporta el dato de que la temporada pasada "ascendió un filial a Segunda, otro jugó la fase de ascenso y siete perdieron la categoría".
El berciano dedicó también especial atención al gol de Guille Donoso en San Lárazo. "Me alegró mucho porque estaba entrenando fenomenal", concluye.
