La primera llamada de Javier Fernández, máximo accionista del Sporting, tras conocer que el Principado de Asturias había demandado al club ante el Juzgado de los Mercantil número 1 de Oviedo, fue al director general de Deportes, José Ramón Tuero. Ambos mantienen una buena relación personal. La demanda sorprendió al Sporting, que siempre ha reconocido la deuda con el Principado, pero que no esperaba que el gobierno regional diese un paso al que se resisten otros ejecutivos autonómicos. Tal fue la sorpresa que la nota informativa en la que el consejo explica que el martes hará efectivo el pago se colgó en la página web oficial del club a la una y un minuto de la madrugada de ayer.

La deuda en cuestión asciende a 187.937,85 euros y se originó por un crédito solicitado por el club a Cajastur y avalado por el Principado de Asturias. La deuda ha sido reconocida por el club en todo momento, aunque sin hacer efectivo el vencimiento de diciembre de 2012. Desde entonces, Principado y Sporting han mantenido numerosos contactos en los que el club ha ido esquivando el abono de la deuda por falta de liquidez.

Dos días después del ascenso del Sporting en el Benito Villamarín, los servicios jurídicos del club solicitaron la declaración judicial de incumplimiento de convenio. Si el Sporting no salda la deuda, el juzgado de oficio podría abrir la fase de liquidación de la entidad.

Tras el ascenso, el club ha ido saldando las deudas que consideró más urgentes de acuerdo a una clasificación que ordena a los acreedores por el riesgo que existía de que instasen la disolución del club. El Principado de Asturias estaba lejos de los puestos altos del ránking ya que desde el club se entendía que el gobierno autonómico nunca daría ese paso. Mucho menos, que lo haría sin avisar al club.

En todo caso, desde las oficinas de Mareo se lanza un mensaje de tranquilidad. El primer día hábil en Oviedo, que será el martes, la deuda quedará saldada, según se asegura desde el consejo. El Principado suspendió hace dos temporadas la publicidad en las camisetas del Sporting, una fórmula con la que el club salda la deuda con el Ayuntamiento.