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Siempre hacia adelante

Lorita ensangrentado

Tarantino pudo haber escrito el guión de la espectacular primera parte del partido contra el Deportivo

Lorita ensangrentado

Quentin Tarantino podría haber escrito el guión del partido contra el Deportivo. En especial de la primera parte: espectacular para los espectadores, horrible para los entrenadores, dijo Abelardo. Fue una victoria épica, de lucha, sangre, sufrimiento y redención. Sobre la que emergió la pequeña figura de Lorita ensangrentado. Lora en el papel de Uma Thurman catana en mano en Kill Bill, de batalla en batalla hasta la victoria. Incluso vestía el mono amarillo que en el teatro da mala suerte, pero en el fútbol no. Lora multiplicándose por todo el campo: ahora de interior derecho, después de extremo dando centros de gol, de central sacando balones de cabeza en las inmediaciones del área pequeña, atravesando el centro del campo achicando espacios... Lorita de amarillo y ensangrentado fue una visión fílmica para la primera victoria del Sporting.

Tarantino también podría haber escrito algún papel para Halilovic, por ejemplo el del Señor Lobo de Pulp Fiction, dispuesto a solventar problemas en el camino hacia la portería rival rompiendo a la defensa gallega con sus diagonales y sus conducciones electrizantes de balón. O para Sanabria como Django desencadenado para rematar con total descaro a gol.

Con la alineación estuve a punto de mandarle un telegrama a Abelardo. "Estimado entrenador, me lo explique. Sin Isma, sin Jony, con Alex Menéndez de interior izquierdo y la sorprendente aparición de Canella en el lateral...". Pero cuando en el minuto ocho ya ganábamos por dos goles me comí el papelito de Correos. Todo pintaba de cine, hasta que nos dimos cuenta de que en el guión no quedaba definido si el Sporting sabía ganar. Si ataca no defiende bien y viceversa. Es difícil engrasar la máquina para simultanear ambas acciones cuando tu leyenda es la de un equipo rocoso, difícil de ganar, pero difícil que gane. Y en ese tránsito el Deportivo empató.

El Sporting de ataque crea ocasiones y marca goles. Pero la muralla defensiva presentó importantes grietas, desde la presión del centro del campo a la defensa. Con los cambios de la segunda parte el Sporting fue un equipo más reconocible. Al Deportivo le costaba acercarse al área rojiblanca, donde reinaba un Alberto ya más asentado en la portería. Y en cada parada que realizaba -y tuvo varias de mérito, pero también deja la duda de si en los goles, en especial el segundo, pudo hacer algo más- me imaginaba a Alberto como el personaje de Jules (interpretado por Samuel L. Jackson) en Pulp Fiction recitando el versículo 17 del capítulo 25 del libro de Ezequiel, dirigido a los delanteros gallegos, mientras retenía el balón, preparaba y ejecutaba el saque: "El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos...".

Abelardo progresa en su guion del Sporting. El equipo ya marca y gana. Queda compaginar ataque y defensa para que no se noten los descosidos. Sabemos que estamos aquí para sufrir en busca de la redención a través de la victoria. Entonces podremos admirar la obra del Pitu y recitar de nuevo al profeta Ezequiel: "Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del valle de la oscuridad...".

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