A falta del partido del domingo, no queda otra que tomarse cada entrenamiento como una final. Cualquiera que haya visto ejercitarse a Alberto García Cabrera (Barcelona, 9-2-85) sabe que para él cada sesión de trabajo en Mareo, es día de partido. A la espera de conocer la gravedad de la lesión de Cuéllar, el Sporting queda en manos de Alberto, quien deja atrás la soledad del portero suplente para situarse en el centro mismo de todos los focos.
-¿Tuvo tiempo de avisar a la familia de que iba a jugar?
-No, la verdad es que no me dio tiempo a mucho. Creo que es la vez en la que menos he calentado antes de jugar un partido.
-¿Le vieron?
-Mis padres y el resto de la familia lo suelen pasar bastante mal. Suelen ver más los partidos cuando no juego. Si estoy bajo palos, lo pasan tan mal que lo tienen que acabar quitando. Mi mujer y el nene, sí que lo vieron, son sufridores.
-Los porteros son un grupo especial en esto del fútbol, mucho más los que no juegan con regularidad. ¿Cómo se lleva estar siempre preparado para no jugar la casi nunca?
-Es lo que tiene. El portero va creciendo a medida que juega, que vive situaciones y se va adaptando a ellas. La continuidad, en ese sentido, te va mejorando la toma de decisiones. En el caso del portero todo es más trascendental y tiene que estar muy controlado. Hay que estar preparado siempre porque las situaciones se dan como se dan y no dependen de nosotros. El otro día vino de esta manera y hay que estar preparado para ayudar a un equipo, que es realmente para lo que estamos aquí.
-Insiste usted en que se crece con los partidos, y es cierto que la temporada pasada fue mejorando cuando le tocó jugar hasta aquel último partido en Pamplona
-A cualquier futbolista, cuando va cogiendo minutos es cuando mejor se le puede evaluar, porque es cuando tiene continuidad de situaciones. Aquí estamos para contribuir a un grupo, para que el Sporting siga en Primera División y estar lo más preparado posible para cuando el entrenador decida que hay que salir a jugar. Por eso, en el día a día, hay que entrenar muy duro para actuar cuando toque.
-Tanto Pichu como usted son dos futbolistas muy queridos en el vestuario, son capitanes los dos, ¿qué le han dicho sus compañeros?
-Estoy muy agradecido a los compañeros y a todo el mundo. Después del partido, hubo un momento muy bonito porque cuerpo técnico y compañeros vinieron a abrazarse y deja imágenes de felicidad de tus compañeros. Sólo tengo palabras de gratitud para ellos, me escribí con muchos de los que fueron convocados e incluso hay muchos compañeros que no tienen la suerte de disfrutar de muchos minutos y es con los que estoy mucho tiempo cuando nos quedamos aquí después de los entrenamientos. El grupo humano que hay, es lo que te hace sentirte más orgulloso cuando tienes la suerte de jugar y compartirlo con ellos.
-En su día, dio un paso muy valiente cuando decidió dejar Córdoba, donde era un ídolo, para fichar por el Sporting. Ha vivido momentos buenos y malos, ¿todo el camino era para llegar a este destino, para jugar con el Sporting en Primera?
-Sí. Desde que estoy aquí, ha sido para mí una etapa bonita y complicada también. Es una situación que afrontar como viene y hay que estar más preparado para ayudar y contribuir. Yo vine aquí para vivir una experiencia en Primera División, la estoy viviendo y estoy muy feliz por ello.
-Es su momento?
-Yo me dedico siempre a lo mismo, a trabajar día a día, a estar lo mejor posible, a entrenarme bien y a estar preparado. No conozco otro camino. Lo demás no depende de mí. Lo único que yo puedo hacer, es estar preparado cuando se me necesite.
-¿Qué sensaciones le deja ese reencuentro con la competición en Primera División?
-Buenas, sobre todo a nivel colectivo. Es de valorar la victoria ante un rival que creo que va a estar muy arriba y que tiene, sobre todo en ataque, jugadores muy determinantes. El equipo tuvo momentos de juego buenísimos al inicio del partido. Las acciones de los goles son jugadas muy elaboradas, incluso iniciando desde atrás. A nivel personal, es un partido más. Tengo la suerte de debutar en Primera división con un gran club como es éste. La Primera División es muy complicada porque todos los equipos tienen jugadores determinantes.
-¿Ha hablado con Cuéllar?
-Sí, hablamos después del partido. Espero que se recupere pronto.
