La vuelta de Ndi a Mareo no ha calmado las aguas. El camerunés ha ampliado la tensión por su ausencia injustificada durante casi un mes de la disciplina del Sporting. Ndi se negó a firmar la apertura del expediente administrativo que le ha cursado el Sporting, el segundo que se le realiza este año, tras la reunión que mantuvo ayer con el club en las instalaciones rojiblancas. El argumento al que se ciñó para justificar su desaparición desde el pasado 6 de septiembre, fecha hasta la que gozaba de permiso para la disputa de un partido ante Gambia con su selección, fue que no pudo retornar a Gijón al no disponer de residencia. En su contrato, sin embargo, no se refleja que el club esté obligado a buscarle o pagarle alojamiento, por lo que el Sporting ve nulos fundamentos en su explicación. La sanción, por tanto, sigue su curso, y contempla suspenderle de empleo y sueldo durante el mes de octubre.

El Sporting asegura que no dispuso de ninguna información sobre el paradero de Ndi hasta que el pasado domingo supo de su retorno a Asturias en un vuelo procedente de Francia. Antes, el club intentó incluso informarse a través del representante del jugador en España, Vicente González-Villamil, quien tampoco pudo conocer con exactitud el paradero y las causas que motivaban el nuevo acto de rebeldía del futbolista. El Sporting, por tanto, se mantuvo a la espera durante 22 días hasta que ayer el camerunés volvió a ejercitarse a las órdenes de Tomás Hervás, técnico del filial rojiblanco. Al término de la sesión, el futbolista accedió a las oficinas de Mareo para reunirse con Nico Rodríguez, director deportivo, y el abogado Ramón de Santiago, encargado de los trámites legales derivados del nuevo acto de indisciplina del jugador.

El encuentro entre el club y Ndi tuvo como punto origen poner en conocimiento del camerunés la decisión de abrirle un nuevo expediente administrativo, así como tratar de conocer, de primera mano, las explicaciones del jugador acerca de este último incidente. La versión de Ndi no convenció al Sporting. Su explicación contrasta incluso con la que ofrece fuera de las oficinas del Sporting. El camerunés argumenta a LA NUEVA ESPAÑA que, tras el partido ante Gambia, regresó a Asturias. Sin embargo, no detalla las causas que le llevaron a no presentarse a los entrenamientos. "Todo está bien, estoy tranquilo. Yo sólo me limito a entrenarme con el equipo, el resto de trámites corresponden a mi representante", dice en referencia a su agente internacional, Olivier Noah.

Ndi ya vio cómo el Sporting le abrió un primer expediente el pasado mes de marzo, también por no fundamentar su ausencia de los entrenamientos por espacio de dos semanas, escudándose en la rotura de su pasaporte. Fue, nuevamente, a raíz de un viaje al ser convocado por la selección de su país. En este caso, la sanción impuesta se quedó tan sólo en una multa económica. Aún así, la entidad rojiblanca interpuso una reclamación ante la FIFA, que sigue su curso, y cuyo final puede incluir la inhabilitación temporal del futbolista. El segundo expediente abierto, que está en periodo de alegaciones, se añade ahora con consecuencias más severas, a pesar de que el Sporting le dio facilidades para que retornara cuanto antes a Gijón. Entre ellas, pagó su alojamiento en el Hotel Silken Ciudad de Gijón para facilitar que el jugador se pusiera a buscar piso. Lo hizo hasta ayer, cuando el caso Ndi volvió a estallar.