A los porteros suplentes nunca debería juzgárseles al primer golpe de vista. No es una vida fácil la suya. En ningún otro puesto están tan marcadas las diferencias como entre el portero titular y su reserva. El primero lo juega todo y al otro le toca estar siempre prevenido para cubrir un imprevisto. Cuando salta al campo suele ser porque ha sucedido una desgracia. A Alberto García Cabrera (9-2-85, Barcelona), la titularidad se le vino encima en el calentamiento del partido que el Sporting iba a disputar en Riazor ante el Deportivo de La Coruña. Sus manos acusaron ese día la falta de continuidad, pero Alberto ha espantado la sensación de incertidumbre con aplomo, afianzando los pies sobre el césped justo antes de echar a volar.

En Cornellá se convirtió en el salvador del equipo. Primero rechazó un penalti a Caicedo y más tarde fue sacando mano tras mano para tapar las acometidas de los periquitos. Ha sido su mejor partido en la presente temporada y su confirmación como portero de máxima confianza para el Sporting, también en Primera División.

Alberto está viviendo una experiencia calcada a la de la temporada pasada, cuando tuvo que entrar al partido por una lesión de Cuéllar y fue creciendo hasta firmar un partidazo en Pamplona. Como la vida del portero suplente es dura, Alberto volvió al banquillo tras firmar su mejor actuación ante Osasuna, por la recuperación del Pichu Cuéllar. La historia puede volver a repetirse esta temporada. Cuéllar ultima los pasos de su recuperación y, a dos semanas vista para el partido ante el Granada en El Molinón, todo apunta a que el extremeño estará en condiciones de volver a jugar.

La portería del Sporting ofrece las máximas garantías. Tanto Cuéllar como Alberto son dos guardametas de primer nivel, cuya contribución resultó decisiva para que el Sporting consiguiera el ascenso a la máxima categoría del fútbol español en la temporada anterior. Un lujo en un equipo modesto.

Abelardo no ha dado pie al debate en la portería. Tras el partido de Pamplona del año pasado, el entrenador se mostró tajante al señalar a Cuéllar como el portero titular del Sporting. El extremeño le respondió con un rendimiento sobresaliente.

Alberto nunca se ha resignado a la condición de portero suplente. El catalán, desde su llegada a Gijón, no ha tenido continuidad para demostrar cuál es su mejor nivel. Alberto entrena duro y es seguro que estará preparado para la próxima vez en la que haya que echar una mano. O las dos.