-Han cambiado muchas cosas en el Sporting desde su marcha. Incluso a nivel interno, como la salida del director general, Alfredo García Amado.
-Lo único que puedo decir es que tengo que agradecer a Alfredo todo lo que hizo en mi etapa en el Sporting. En su momento propuso que fuera yo el entrenador y, por desgracia, también él tomó la decisión, por los resultados, de que no siguiera. Creo que la gente se dará cuenta, con el paso del tiempo, de que ni los malos son tan malos, ni los buenos son tan buenos y de que García Amado aportó mucho al Sporting. Si el equipo está en Primera también ha sido en parte por su contribución. Él decidió que estuviera el Pitu en el banquillo, y acertó. Es una persona trabajadora y le deseo lo mejor.
-Tampoco sigue como director deportivo Raúl Lozano, uno de sus valedores.
-Lo he vivido desde la distancia, desconozco las razones que han llevado a que ahora trabaje conjuntamente con Nico Rodríguez. Él también trajo a muchos jugadores que ahora están aportando mucho, como Jony, Luis Hernández, Guerrero... Con él tuve una relación más personal. No olvido un momento muy difícil en mi vida, como el del fallecimiento de mi madre, en el que estuvo a mi lado en todo momento. Ahí se ve a las grandes personas.
