El nuevo San Mamés acogerá el lunes el duelo entre dos clásicos del fútbol español. Dos equipos con tradición, cultura y marcados valores que además comparten buena parte de su filosofía. Sporting y Athletic han basado en la cantera los mayores éxitos de su historia. Los gijoneses visitan Bilbao con un proyecto que ha recuperado el protagonismo de los jugadores criados en Mareo y con el que buscarán plantar cara al conjunto que más tira de la casa de todos los equipos de Primera División. Quince son los nombres, en el bando de Abelardo, que han pasado, al menos, por el filial rojiblanco. Valverde, en su caso, cuenta con 21 futbolistas que han formado parte de las categorías inferiores. El choque entre Mareo y Lezama también tiene su reflejo en los banquillos, con dos entrenadores que triunfan tras criarse en las escuelas de Sporting y Athletic, respectivamente.
El término canterano contiene tantos matices como años de formación necesita un futbolista. El Sporting cuenta en su plantilla con ejemplos de toda clase a la hora de medir este factor. El propio Abelardo, que tuvo que jugar en La Braña y Estudiantes antes de volver al filial para dar el salto definitivo al primer equipo, representa cómo no siempre es necesario pasarse toda la vida en Mareo para convertirse en un valuarte de la prolífica cantera rojiblanca. La historia también alberga otros ejemplos con nombres de hasta fuera de Gijón y considerados de casa de toda la vida.
En el Sporting se encuentran nombres como el de Nacho Cases, Canella, Juan Muñiz, Sergio, Álex Menéndez o Álex Barrera que tienen un extenso currículum en las categorías inferiores y han contribuido activamente al regreso a Primera División. Los dos primeros incluso resolvieron alguna permanencia en la anterior etapa en la máxima categoría. En el otro extremo están los que se unieron en el escalón previo al gran escaparate sportinguista. Lora llegó al filial para terminar convertido en capitán y referente del Sporting. Luis Hernández también tomó ese camino y ahora es uno de los indiscutibles. Jony, Rachid y Guitián también aprovecharon el trampolín del Sporting B para acabar de formarse y dar el salto definitivo. Pablo Pérez, por ejemplo, pospuso su aterrizaje en Mareo hasta juveniles y ahora nadie pone en duda el que la escuela sportinguista fue la que acabó de convertirle en futbolista.
El Athletic, por su parte, cuenta con un condicionante que hace su apuesta más genuina, incluso romántica. El hecho de contar, únicamente, con jugadores formados en Euskadi es un matiz que le ha hecho centrarse mucho más en la base, aunque no toda su plantilla pasó por Lezama. Muchos de ellos crecieron en el mundo del fútbol de la mano del eterno rival de los bilbaínos, la Real Sociedad. Elustondo, Viguera y Balenziaga saben lo que es jugar como local en San Mamés tras haber defendido la camiseta del filial donostiarra. Otros llegaron a profesionales en otros equipos antes del regreso al País Vasco, como Mikel Rico, que dejó el Basconia para convertirse en un trotamundos del fútbol español, con pasos por Conquense, Poli Ejido, Huesca y Granada.
El Sporting incluso ha sacado provecho de algunos de los valores de Lezama que, por diferentes causas, vieron frenada su carrera en Bilbao. El caso más claro es el de Isma López, que llegó a las categorías inferiores del conjunto vasco junto a Javi Eraso, ahora repescado del Leganés. La incorporación de ambos llevó a que Osasuna, su club de origen, rompiera relaciones con el Athletic al entender que la negociación no fue la correcta. Otro ejemplo en el bando gijonés es el de Mendi, también jugador del Athletic en juveniles. El avilesino, con orígenes vascos, apunta a ser una de las novedades de la convocatoria.
