La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado al Sporting a pagar al Barcelona 1.250.000 euros, correspondientes al 50% de los 2,5 millones en que el Sporting traspasó a Botía al Sevilla en el verano de 2012, tras el descenso rojiblanco a Segunda. El llamado "caso Botía" ha venido coleando desde entonces. Los abogados del conjunto gijonés ya han interpuesto recurso de casación en la propia Audiencia Provincial de Barcelona, quien debe admitirlo a trámite y dar traslado del mismo al Tribunal Supremo. El Sporting no tiene constancia de que el Barcelona haya recurrido también, algo que sucedió tras el fallo en primera instancia que condenaba al Sporting ha pargada a los azulgrana el 30% de la operación (750.000 euros). Ambos clubes recurrieron aquel fallo.

Alberto Botía llegó a Mareo en la temporada 2009-10 en calidad de cedido por el Sporting. Al término de esta campaña el Sporting logró hacerse con el futbolista en propiedad, después de que el Barcelona le diese la carta de libertad a coste cero. Botía firmó un acuerdo por cuatro temporadas con el Sporting. A cambio el Barcelona se reservó una opción de recompra cuyo valor aumentaba cada temporada que el central, actualmente en el Olimpiacos griego, pasaba en Gijón. Esas opciones de recompra tenían una fecha límite para su ejecución cada año. El conjunto azulgrana también se aseguraba un 30% de un posible traspaso a un tercero.

En el verano de 2012, acuciado por las deudas y con la necesidad de aligerar el gasto en la plantilla y de ingresar dinero, el club abordó la venta de Botía. El Barcelona dejo pasar su plazo para repescar al futbolista y el Sporting, gracias a la intermediación de Doyen Group, quien llegó a adquirir un porcentaje del futbolista, cerró un acuerdo sorprendente con el Sevilla por 2,5 millones. Botía pasó reconocimiento médico y jugó un amistoso con el Sevilla siendo aún jugador del Sporting. El club rojiblanco entendía que no debía entregarle ninguna parte al Barcelona.

Esto provocó la reacción del Barça que denunció el caso. La primera sentencia condenó al Sporting a pagar el 30% del traspaso (750.000 euros), cantidad que ahora pasa al 50% (1,25 millones).