"Me hubiera gustado jugar peor y empatar, o ganar". Abelardo se queda con el mal sabor de boca de haber recibido, en tiempo de descuento, el tanto que supuso la derrota de los rojiblancos en el Vicente Calderón. Una sensación que no evita que el Pitu se muestre satisfecho con la puesta en escena de los suyos y el nivel mostrado ante un rival que pelea por un objetivo bien distinto al de los gijoneses. "El partido estuvo igualado en cuanto a ocasiones. Mis jugadores se han vaciado y hemos tuteado al Atlético de Madrid. Me voy orgulloso de mis futbolistas, porque el Sporting no mereció perder", subraya.
Minutos después del final del encuentro, Abelardo, como es entendible, no paró de darle vueltas a la jugada que supuso la derrota. "La acción del gol del Atlético es un despiste nuestro que no podemos tener, un error evitable", lamenta el entrenador rojiblanco. Más allá del tanto de Griezmann, el Pitu recuerda cómo el Sporting fue a más durante el encuentro e incluso dispuso de oportunidades para llevarse, al menos, un punto del Vicente Calderón. "Cuéllar tuvo dos paradas muy buenas, y Oblak otras dos extraordinarias. El encuentro estuvo equilibrado en ese aspecto. El primero que se hubiera puesto por delante tendría mucho ganado. Si llegamos a marcar alguna de las nuestras a lo mejor estábamos hablando de otra cosa", señala.
Abelardo tuvo que remar contracorriente desde los primeros compases del choque ante los colchoneros. Las tempranas lesiones de Sergio y Guerrero lastraron a los rojiblancos a las primeras de cambios. "Nos afectó en el sentido de que nos vimos limitados a la hora de realizar las sustituciones, pero creo que al equipo no le afectó", advierte Abelardo.
El técnico gijonés saca el lado positivo del encuentro y pone en valor las dificultades que el Sporting presentó a los madrileños. "Dejar al Atlético con sólo dos ocasiones, más el gol, creo que es un bagaje muy corto para ellos. Teníamos que haber estado más atentos en esos minutos finales, pero estos chavales han hecho un gran partido", destaca.
Lo cierto es que el Sporting consiguió llevar el partido al rincón al que más le gusta. Desesperó al conjunto de Simeone y limitó todo el potencial ofensivo rival a base de intensidad y rigor defensivo. "Plasmamos en el campo todo lo que hablamos en la pizarra, evitamos que nos jugaran por dentro. No creo que en la mala suerte, la mala suerte en el fútbol no existe, pero ha sido una pena", reconoce Abelardo. El tanto de Griezmann desató la euforia en el Calderón y dejó ver toda la rabia contenida de un Simeone eufórico, que casi se cruzó con el banquillo gijonés durante la celebración. "Es lógico que lo haya celebrado así, al ver a su equipo marcar en el minuto 93. Lo veo como algo normal", concluye el Pitu.
