"Es un compañero, ha sido un saludo cordial". Jony explica de esta forma su gesto hacia Dani Ndi, a quien estrechó la mano ayer en Mareo, cuando ambos se cruzaron a la altura del vestuario del filial. El cangués se mantiene al margen de toda valoración acerca de la vuelta del camerunés al primer equipo y se limita a ejercer como un testigo más de las medidas que adopten el Sporting y Abelardo respecto a la situación del jugador. "La decisión que tome el club y el Pitu la acataremos. Abelardo es el que manda y nosotros somos sus mandaos", señala el cangués.

El vestuario ya se ha hecho a la idea de que Dani Ndi será, en los próximos días, uno más en el vestuario. El camerunés ya trasladó sus disculpas a los jugadores del primer equipo, poco después de haberlo hecho ante Abelardo. La sensación es que el deseo es darle normalidad a la siuación, aunque algunos de los actos de Ndi agotaron la paciencia de muchos de sus compañeros. La plantilla confía en que su arrepentimiento sea real y lo demuestre tanto a la hora de trabajar en el campo, como a la hora de corregir una actitud que, anteriormente, evidenció cierto egoísmo.