El Sporting celebra hoy uno de sus actos más entrañables. Para el club es uno de los momentos más emotivos del año. Para los protagonistas es su gran día. Tras medio siglo de fidelidad continuada al club reciben su homenaje y adquieren el rango de socios de honor de la entidad. En un acto sencillo pero emotivo, los 86 homenajeados recogerán los atributos de su nueva condición: el carnet acreditativo y la insignia de oro del Sporting, que desde ese momento podrán lucir orgullosos. El carnet de socio de honor exime a sus titulares de pagar en los extras que tienen que abonar el resto de abonado, como por ejemplo los partidos de Copa del Rey o los del filial cuando son de pago.

El acto de entrega será más numeroso hoy que en años precedentes dado que la temporada anterior no se celebró. La entrega está programada para las dos de la tarde en el Somió Park y allí se reúnen todas las instituciones del sportinguismo, así como las autoridades locales y regionales. Al entregarse los correspondientes a dos años, la lista incluye a algunos sportinguistas recientemente fallecidos, como es el caso del expresidente de la Federación de Peñas Sportinguistas Adolfo Celorio. En esos casos, serán sus deudos quieren recojan la distinción.

Los homenajeados de hoy se dieron de alta como socios del Sporting en 1964 o 1965. Desde sus asientos han vivido, por lo tanto, los mejores años de la historia del club, los dos subcampeonatos de Copa, el subcampeonato de Liga o las seis Uefas. También los graves problemas económicos, un puñados de descensos y el primer proceso concursal de la historia del club. Han resistido en los buenos y en los malos momentos.

De entre los homenajeados, destacan seis mujeres, que suponen un 7% de los premiados. Una cifra respetable en aquellos años difíciles para la mujer, que vienen a confirmar que el sportinguismo siempre ha sido un sentimiento compartido. Mari Luz Miravalles Marqués, Ida Sánchez González, Guadalupe Arbesú San Martín, María Dolores Hevia Iglesias, María Rosario Alonso Collada y María Josefa García Salgado son las heroínas de esta historia.