La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El cerebro pega con todo

Nacho Cases es el segundo futbolista de la Liga que más amarillas ha visto: seis en nueve partidos

Nacho Cases presiona a Modric. J. J.

En un equipo tan corto de efectivos como el Sporting, Abelardo necesita que sus futbolistas hagan un poco de todo. De ahí, la evolución que ha experimentado el juego de futbolistas como Nacho Cases. El centrocampista gijonés, un cerebro clásico, dotado para la creación, para ver el pase que nadie intuye, es ahora el segundo futbolista más amonestado de la Liga. Nacho Cases se ha convertido en el tipo duro del Sporting.

Es el mundo al revés. Luis Hernández personifica la limpieza. Seis faltas cometidas en 990 minutos (once partidos completos) y una hoja de servicios limpia de amonestaciones, con un rendimiento defensivo sobresaliente. Nacho Cases, el futbolista exquisito, es el más amonestado del Sporting. Con seis amarillas en nueve partidos, sólo el jugador el jugador del Éibar Escalante ha visto más amonestaciones (8 en diez partidos).

Desde siempre, ha Nacho Cases le ha perseguido la fama de blando. Un futbolista que llegó al primer filial impulsado por su talento, pero al que le costó un triunfo dar al salto al primer equipo y, finalmente consolidarse. Lo hizo hasta el punto de convertirse en el auténtico estandarte del sportinguismo. Más allá del mediático Halilovic, ningún otro futbolista suscita tanta demanda como el gijonés.

Cases, cansado de ser permanentemente cuestionado y de la necesidad de aumentar su repertorio, dio un último paso hacia la excelente. Se aplicó en mejorar su físico y aprendió a manejarse en la lucha cuerpo a cuerpo. Primero fue simplemente, la capacidad de resistir, de aguantar las embestidas de sus rivales. Se trataba de sostenerse en pie para dibujar ese último pase con el que siempre sueñan los delanteros. Más tarde, aprendió a robar y disfrutó presionando a sus contrarios.

El gijonés es un futbolista educado que apenas recibe amonestaciones por protestar. Ha sido el primero en cumplir un ciclo de amarillas en el Sporting y promedia 0,7 tarjetas por partido. La asignatura pendiente para el centrocampista gijonés pasa por adquirir la técnica del disimulo.

Compartir el artículo

stats