Detrás de la explosión de uno de los jugadores del momento en la Liga, Yevhen Konoplyanka, está Dmitri Cheryshev, el exjugador del Sporting fichado por el Sevilla el pasado verano para completar el cuadro técnico de Unai Emery. "El Sevilla es un club grande, pero Konoplyanka lo tiene todo para ser una estrella del fútbol mundial", explica Cheryshev, que ayuda al delantero ucraniano en su adaptación personal y deportiva. El exrojiblanco está encantado en Sevilla, pero no olvida su primera casa española, en Gijón, ni al Sporting, con el que se encontrará en apenas un mes en el Sánchez Pizjuán.
Tras sus cinco temporadas en el Sporting, entre 1996 y 2001, Cheryshev completó su carrera profesional en el Burgos (2001-02) y aún jugó un último año en el Aranjuez, de la Preferente madrileña. Una vez colgadas las botas, "Chery" se tomó un tiempo de descanso y se planteó trabajar como representante de futbolistas, "pero en seguida me di cuenta de que eso no era para mí", señala el ruso (Gorki, 11 de mayo de 1969). Así que dirigió su mirada hacia los banquillos. Mientras sacaba los títulos de entrenador hizo las prácticas en el Canillas madrileño y cuando aprobó el nivel 3 recibió la llamada de Míchel, entonces director de la cantera del Madrid.
"Empecé como ayudante en el equipo alevín, donde aprendí mucho", recuerda Cheryshev. "Me sirvió cuando pasé a primer entrenador del infantil. Cogí un equipo un poco desequilibrado y acabamos campeones de Liga", añade. Su siguiente destino estaba a miles de kilómetros de distancia, en Siberia, para ejercer de secretario técnico del Sibir Novosibirsk. Fue un año de transición hasta que le llegó, en 2011, una oferta inesperada y que le hizo mucha ilusión.
"Me llamaron del equipo de mi ciudad, el Volga Nizhni Novgorod", relata Cheryshev sobre una buena experiencia que no acabó como esperaba: "Salvé al equipo del descenso a Segunda, pero al final de esa temporada el presidente cambió al director deportivo y éste buscó otro entrenador. Al final de esa temporada bajaron. Me fastidió mucho porque es el equipo de mi corazón". Una llamada del presidente del Zenith de San Petersburgo alteró sus planes de tomarse un tiempo de descanso: "Me ofreció llevar al segundo equipo, para trabajar con juveniles que querían pasar a profesionales. Varios jugadores de aquel equipo están ahora en clubes europeos", comenta.
Aunque le ofrecieron la renovación para continuar su labor de formación, Cheryshev se marchó para esperar ofertas que le permitieran ejercer como primer entrenador. Y le llegó una de Kazajistán, del Irtysh Pavlodar: "La gente no conoce la liga kazaja, pero no es tan floja como se piensa porque contratan a muchos jugadores extranjeros. Era un equipo normal y conseguimos mantenernos. Lo pasé fenomenal y fue una buena experiencia".
El pasado verano estaba en su casa de Gijón cuando recibió una llamada sorprendente: "A finales de julio me llamó Monchi (secretario técnico del Sevilla). Al principio pensé que era una broma, pero me dijo que habían pensado en mí como ayudante de Emery, para ayudar a Konoplyanka en su adaptación". A la vista del rendimiento del ucraniano hasta el momento, el trabajo de Cheryshev es positivo: "Poco a poco se va adaptando a la Liga. Ya sabemos lo que es capaz de hacer con el balón, pero también es importante que trabaje sin él. Lo tiene todo para jugar en los clubes más fuertes de Europa".
Para Cheryshev, la experiencia está siendo enriquecedora: "Emery es tremendamente exigente. Estoy aprendiendo muchísimas cosas de un entrenador que ha ganado dos veces la Liga Europa". También destaca el ambiente futbolístico de la ciudad, el trato de la afición sevillista, pese a que alguno todavía le recuerda que un gol suyo con el Sporting en el campo del Betis, en la temporada 1996-97, precipitó el penúltimo descenso del Sevilla a Segunda División. El próximo 12 de diciembre, cuando el Sporting visite el Sánchez Pizjuán, Chery reconoce que se sentirá extraño.
"El Sporting siempre será mi equipo, pero ahora estoy en el Sevilla", señala el exdelantero, que asegura que no le sorprende el buen comienzo de temporada del equipo gijonés: "Tiene buenos jugadores, con ganas de demostrar su valor en Primera. Y, además, el nombre del equipo pesa porque es un histórico. Estoy convencido de que van a conseguir la permanencia".
