El nuevo Levante cuenta con un asturiano en sus filas. Diego Tuero, nacido en Gijón y criado en Villaviciosa, acaba de aterrizar en Valencia de la mano de Joan Francesc, Rubi. El entrenador del conjunto granota le ha convertido en uno de sus hombres de confianza desde que le incorporara a su cuerpo técnico la pasada campaña, durante su etapa en el Valladolid, para encargarse de la preparación de porteros. "Todo el mundo nos ha acogido muy bien y nos hemos encontrado con una plantilla y un club comprometido para conseguir el objetivo de la permanencia", afirma Tuero, que vive su estreno en un conjunto de Primera División.

Exguardameta del Lealtad, del Villaverde y del Paramés, equipo de la localidad de Santa María del Páramo, donde recaló mientras completaba sus estudios de Inef en León, Diego Tuero tenía claro que quería orientar su carrera profesional al mundo del fútbol. "Siempre fui portero y busqué especializarme en esta rama cuando completé mis estudios. Empecé trabajando en las categorías inferiores del Lealtad y después recalé en el Ribadesella, de Tercera División", explica. Su progresión continuó en el Real Oviedo, donde estuvo seis años entre la base y el primer equipo, tarea que compatibilizó con un máster en la Federación Española y varios cursos en el extranjero, en ciudades como Londres y Glasgow.

La entrada en el fútbol profesional de Diego Tuero llegó en 2013, a través de otro asturiano. La llegada al banquillo del Girona de Ricardo Rodríguez le abrió la puerta del club catalán, donde empezó a darse a conocer a nivel nacional. Al final de aquella campaña, su nombre ya figuraba en la agenda de Rubi. "Él había estado anteriormente en el club y estaba buscando un entrenador de porteros para completar su cuerpo técnico de cara a dirigir al Valladolid", comenta. El maliayés tuvo que pasar el filtro de un ciclo de entrevistas de trabajo abierto, en su domicilio, por el técnico catalán. Algo, poco habitual en el mundo de fútbol. "Compartimos ideas de trabajo y, a la semana siguiente, me llamó para saber si me interesaba irme con él", señala el joven técnico asturiano, que acaba de cumplir 36 años, en relación al proyecto iniciado en pucela. Desde entonces, no se han separado.

"No creo que le tengamos cogida la medida al Sporting. Cada año y cada partido son diferentes", recuerda Tuero, quien con el Valladolid no conoció la derrota en los tres partidos en los que se enfrentó a los rojiblancos la pasada temporada (dos victorias y un empate). "Ellos son un conjunto intenso, trabajador y que ha dado un salto de calidad a través de los tres fichajes que han realizado", apunta. También destaca la parcela que más controla, la de los tres palos. "Tanto Cuéllar como Alberto forman una gran portería. La pasada campaña acabaron siendo de los menos goleados y siguen en la misma dinámica", destaca

Tuero añora los derbis asturianos en Primera División, algo que espera pueda recuperarse la próxima temporada, con el Levante como testigo. "Lo primero es que nosotros consigamos la permanencia. Después, como asturiano, deseo lo mejor a los míos. Me gustaría que el Oviedo, al que estoy muy agradecido por la oportunidad que me dio en su día, ascienda y que se encuentre con el Sporting", afirma. En Gijón guarda grandes amigos, como los exguardametas rojiblancos Alejandro y Sergio Sánchez. Con ambos colabora en la escuela de porteros Dorsal 13, a la que lleva presente en sus guantes.