Son Cundi y Redondo para la mayoría del sportinguismo, "Comandante" y "Cachito", respectivamente, para los que ayer les rindieron homenaje. Los dos exrojiblancos recibieron un cálido reconocimiento a sus trayectorias por parte de la Asociación de Veteranos del Sporting, que les impuso la insignia de oro como símbolo de su valor en el que fue el mejor equipo de la historia del club. "Sólo puedo agradecer el gesto y haberme entregado este premio. Estoy muy nervioso", admitió el de Sotrondio, al que la emoción le traicionó dejándole incluso sin palabras y haciéndole derramar alguna lágrima. "Es un orgullo tener compañeros como vosotros y haber tenido la suerte de ser futbolista", señaló el de Turón, también profundamente agradecido.

Joaquín Alonso, presidente de la Asociación de Veteranos, fue el encargado de recordar el origen de apodos cariñosos como el de Cundi. "David, sobre todo, ideaba en cada desplazamiento una entrevista. Cundi, el jugador que más atendía a los medios (risas), era siempre el elegido y, tras una serie de preguntas -la conversación sólia ser por vía telefónica-, la última era la de: 'capitán, ¿usted cuándo ascenderá a comandante?'", explicó, entre las carcajadas del público y del protagonista, el que sigue siendo el jugador que más veces ha vestido la camiseta rojiblanca.

Llegado el turno de Redondo, "Cachito", apodo que algunos sitúan en que muchos le llamaban "redondito cachito" cuando se incorporó al Sporting, no faltó el recuerdo a una de las bromas más populares de Quini. Fue la de la cucharilla que el Brujo le introdujo en una de sus botas. El de Turón no sólo no se percató, sino que llegó a disputar un partido completo con ella dentro. Redondo, que todavía se toma con humor aquella anécdota, fue también protagonista al final del homenaje al entonar una de las canciones que compartía, en su día, con sus compañeros, la de "Soy capitán de un barco inglés".

El homenaje, celebrado en el restaurante Bellavista, contó con alineación de lujo: Dorado, Molinucu, Pocholo, Biempica, Miluca, Juan e Iñaki Eraña, Eloy, Ferrero, Novoa, Maceda, Germán, Echevarría, Montes, David, Uría, Quini, Jiménez, Juan Carlos y José Luis Ablanedo, Morán, Claudio y Espinosa, por citar a algunos. Antonio Veiga y Abelardo, a quienes se les deseó lograr la permanencia, tampoco faltaron.