Uno de los datos esperados con más morbo por un sector del sportinguismo en el presupuesto del Sporting para esta temporada era intentar descifrar la indemnización que le corresponde al exdirector general, Alfredo García Amado, por el despedido improcedente que se consumó el pasado 30 de junio. Es evidente, que este gasto tiene que estar contemplado en la previsión presentada por el consejo de administración. Sin embargo, es prácticamente imposible saber cuánto le ha costado al Sporting prescindir del que fue durante 18 años el hombre fuerte del club.

Para evitar que la indemnización de García Amado fuera visible, el consejo de administración ha seguido una táctica consistente en repartir el pago en distintas partidas contables. Por ejemplo, se suman todos los gastos en Seguridad Social, y en Hacienda. Una parte va en el apartado de gastos excepcionales (junto con otros pagos) o en servicios de profesionales independientes. El club ha puesto especial cuidado en asociar a partidas correctas parte de este gasto.

En todo caso, el consejo de administración asume que la indemnización del director general será un tema recurrente del sector crítico en la junta de accionistas que se celebrará el próximo 14 de enero.