"Espero estar el año que viene, a estas alturas, hablando de un balance similar". Abelardo echa la mirada atrás para analizar un 2015 en el que dio tiempo a pasar a la historia del club como el equipo que más partidos encadenó sin derrotas, entre otros récords; lograr un ascenso contra todo pronóstico y también superar una de las fases de mayores problemas financieros de la entidad, e incluso restricciones para poder fichar. "Ha sido un año bueno, duro y bonito", resume el Pitu, orgulloso, especialmente, del trabajo desarrollado por sus jugadores. "Nadie podría creer que estuviéramos ahora en Primera", recuerda para poner en valor el momento por el que pasan los rojiblancos. "No sé si nos llegará para salvarnos, espero que sí, pero este equipo crece a marchas agigantadas", subraya.

No habrá Liga para el Sporting hasta el próximo 30 de diciembre, fecha en la que se dará por cerrado el balance general del 2015. En todo caso, tampoco hay tiempo para relajarse. El hecho de que a Juan Muñiz y a Hugo Fraile se le haya comunicado que deben buscarse equipo ha agitado la actualidad rojiblanca. Ambos futbolistas han expresado su intención de cumplir sus contratos y cambiar el pensamiento del entrenador. Abelardo, sin embargo, es tajante. "Les he dicho que no pueden cambiar mi opinión. La decisión está tomada. Creo que hay futbolistas suficientes para sus puestos y, para mí, en mejores condiciones. Quizá lo más fácil hubiera sido decírselo el 30 de enero, pero lo hice con suficente antelación para que se busquen equipo", advierte.

Y si la decisión de aligerar la plantilla puede dar a entender que es un paso para hacer sitio a caras nuevas, Abelardo niega que esté relacionado. "Dar la baja a jugadores no es una causa para ello. No tiene que salir gente, porque tenemos dos fichas libres. No sabemos nada de si podremos fichar, hay que esperar. Estamos mirando algo, por si acaso. A ver si puede venir alguien, donde sea, siempre que llegue para mejorar", explica.

El Pitu anuncia que prevé una segunda vuelta con mayores complicaciones que las vividas en la primera parte del campeonato. "Este invierno los equipos se van a reforzar y mejorarán", advierte. "Nosotros vamos a a ir al doscientos por cien para intentar salvarnos", añade convencido de que los guajes seguirán a la altura. Sólo le sorprende que el Málaga se encuentre, en estos momentos, en la zona baja de la clasificación y tiene claro que "los seis o siete primeros serán los de siempre, mientras que los demás penderemos de un hilo. Sé que nosotros vamos a ir a más, pero los otros, también".

Las circunstancias han obligado que tanto el vestuario como el propio técnico reconozca que la última campaña ha sido un aprendizaje continuo, a marchas forzadas. "Esta campaña han debutado en Primera prácticamente trece o catorce futbolistas, eso significa casi el noventa por ciento de la plantilla", apunta Abelardo. Él mismo también se estrenó en la categoría, y no se esconde a la hora de afirmar que ha madurado también como entrenador. No olvida, en este proceso, su destitución como técnico del filial, en 2010. "Me equivoqué como entrenador y dirigir al Candás y al Tuilla me hizo mejorar. Me considero una persona valiente, y me la jugué cuando volví a Mareo, porque ya no podía permitirme fallar. Mucho más cuando llegué al primer equipo. Entrenar al Sporting es un chollo, pero hay que tener en cuenta las circunstancias del año pasado, sin poder fichar y con la situación económica que atravesaba el Sporting", detalla.

Abelardo no duda a la hora de calificar como "fantástico" el 2015, pero también desvela que hubo momentos duros. "No era agradable la situación de saber lo que podía pasar con el club si el equipo no ascendía", comenta en referencia a los graves problemas financieros del Sporting. "Lo vivimos, no digo con angustia, pero sí con preocupación. Ahora, benditos sean los problemas en Primera División", concluye.