Gijón, Dani BLANCO

Avisaba Tomás Hervás antes del encuentro que su equipo debía de ofrecer otra imagen en las áreas. En la suya, en la que tiene que mostrarse más contundente en sus acciones, volvió a suspender. Además, el filial gijonés adelantó por estas fechas dos regalos al conjunto burgalés en forma de gol. El primero de ellos llegó a los once minutos en forma de penalti. José Fran entró con decisión y se encontró con la zancadilla de Julio.

El Sporting B perdía pronto su primera batalla porque Ander Vitoria no perdonaba la pena máxima al engañar a Dennis. El Burgos tenía claro sus conceptos, quizás arropados por la confianza con la que llegó a Gijón. Un estado de ánimo que choca con el del filial, que ayer encajó su cuarta derrota consecutiva y está totalmente desdibujado.

El Burgos encontró facilidades en ataque, con numerosos espacios para correr y ser vertical, mientras que el Sporting B pecó en la precipitación con desplazamientos en largo y conducciones individuales que no acabaron en buen puerto. Estuvo nulo en ataque y débil en defensa.

José Fran fue un quebradero de cabeza para la zaga de Tomás Hervás, que no fue capaz de ponerle oposición a la autopista con la que se encontró el centrocampista del Burgos. Con un Sporting B insulso, sin crear peligro, el guardameta Toni Lechuga adelantó su particular regalo de navidad al salir sin decisión a una falta botada por Dreyer que Mendi solo tuvo que cabecear de espaldas para marcar ante la desguarnecida meta bugalesa.

Si el Sporting B ya tenía de por sí problemas, un pase erróneo hacia atrás acabó con la expulsión de Garrido por roja directa al sujetar a Ander Vitoria, que se encaminaba a por el segundo tanto. La jugada le salió terriblemente cara al equipo de Hervás, ya que José Fran limpió las telarañas con un potente disparo. Y apenas cuatro minutos después, el filial volvió a estar blando en defensa. Un largo saque de banda le cayó a los pies de Ander Vitoria, que con pausa dejó el balón para que Pepe Delgado marcase el 1-3.

Cuando todo parecía perdido, Juan Mera rescató un penalti cometido por Odei que el propio gijonés se encargó de transformar. Con un jugador menos, el Sporting B mejoró en su juego y, sobre todo, en su actitud y garra al pelear cada balón. Pero llegó hasta ahí, porque fue incapaz de acercarse al área burgalesa con peligro. Y cuando lo intentó el Burgos jugó a la perfección su papel de quemar con astucia los últimos minutos.

El Sporting B prolonga así su caída, tras haber sumado un único punto en los siete últimos partidos. La categoría, como la pasada campaña, está en peligro.