En el Sporting de más canteranos de la última época, Nacho Cases encabeza la generación que ha vivido la caída y el resurgir de los rojiblancos. El gijonés cumplirá mañana 28 años con la satisfacción de volver a celebrarlos en la categoría que le vio debutar en el primer equipo y el convencimiento de que la cuenta aumentará desde el mismo escenario. Atiende a LA NUEVA ESPAÑA antes de emprender viaje a Israel junto a Juan Muñiz, otro guaje que le tiene como referente. "Pertenecí a la plantilla del descenso y tenía esa espinita clavada, quería devolver al equipo a donde se merecía", recuerda como una de sus mejores conquistas del 2015, además de la llegada de su primer hijo, Nico.
-¿Hay más fe en la salvación tras quince jornadas que antes de iniciar el campeonato?
-De inicio partías de la idea de no saber lo qué te ibas a encontrar y tampoco cómo iba a responder el equipo. No estamos para echarnos flores, pero el equipo ha competido muy bien, salvo uno o dos partidos. Eso me da más confianza para pensar que se puede conseguir la permanencia que al principio de la Liga.
-¿Cómo valora el regreso a la Primera División?
-Lo estamos haciendo bien, pero hay que tener una cosa clara, esto va a ser muy difícil. No íbamos a ir al Pizjuán y ganar 0-3, o íbamos a a ganar al Madrid en El Molinón. Podría haber pasado, sí, pero es muy complicado. Hay partidos en los que van a ser muy superiores a ti, por jugadores, y por todo, y hay que asumirlo. Nosotros, con nuestras armas, no hemos entrado en descenso, que es muy de valorar. Intensidad, ganas y desparpajo no nos va a faltar.
-¿Qué es lo que más les ha costado?
-Adaptarnos a la calidad de la gente que tenemos enfrente. Es mucho mayor a la de la pasada campaña. Hemos pagado más caros errores que quizá el año pasado no tenían tanto castigo, que se podían tapar porque no te hacían gol.
-¿Y en lo personal, cómo se está sintiendo?
-Bien. Estoy teniendo continuidad y estoy jugando casi todo. Disfruto de esta experiencia en Primera, como mucha gente de este equipo.
-¿Comparte la sensación de haber perdido cierto protagonismo en la creación de juego?
-Siempre se puede mejorar, pero no creo que haya perdido protagonismo en el juego. Lo valoro más en relación a que todos los rivales tienen más el balón, porque llevan mucho tiempo en Primera y porque son plantillas hechas con los mejores jugadores del mundo. Eso se refleja en la posesión. Somos un equipo joven, que tiene que crecer todavía mucho. Según crezca el equipo, creceremos todos en ese aspecto.
-Le toca entonces perder un poco de fútbol para sacrificarse más en defensa.
-El sacrificio en defensa es el de siempre, pero la diferencia es que ahora toca hacerlo con mayor atención y tener menos el balón, al medirte a rivales muy superiores a los que tuvimos el año pasado. Ante equipos que tienen el 60 o el 65% de posesión a lo largo del partido es difícil. Considero que hago una labor mejor para, cuando tengamos el balón, formar alguna contra.
-¿Le ha influido la ausencia de Sergio?
-Se suele echar de menos al que no está y, cuando lo tienes, no lo valoras tanto. Sergio es un pedazo de futbolista, un jugador importante para nosotros, no hay duda, pero lamentarse ahora sólo sirve para buscar excusas. Confío en todos mis compañeros, en la gente que ha entrado, como Omar (Mascarell) o Rachid, que lo hizo muy bien en la Copa de Rey.
