Por más que la versión oficial insista en la que relación es magnífica, la realidad es que Abelardo y Nico Rodríguez no han congeniado desde el principio. El técnico ha tenido que remangarse y hacer, tanto en verano como en estas dos últimas semanas, labores que no le competen y dedicar un tiempo importante a buscar posibles fichajes entre sus numerosos contactos en el fútbol. El puente entre Nico Rodríguez y Abelardo es Javier Fernández. Ambos mantiene una excelente relación con el máximo accionista, que ha intentado mil veces acercar posturas entre ellos. En el peor de los casos, parece resignado a que la mujer del César, al menos, parezca honrada. Es decir, que si no se llevan bien, al menos lo parezca y sean capaces de trabajar juntos. Abelardo, como es lógico, defiende su parcela, pide refuerzos y considera prioritario cerrar las renovaciones de tres futbolistas que conforman la columna vertebral del equipo.