Termina el entrenamiento y un aficionado japonés corre hasta la valla que separa a los futbolistas de sus seguidores llamando la atención de Halilovic. El croata sonríe y se acerca al ver a un nipón vestido del Sporting. Se llama Río (prefiere omitir el apellido), tiene 28 años, y ha viajado desde Japón para ver al Sporting. Mareo es su primera parada en las dos semanas que pasará en España y anuncia, en un inglés que dificulta su acento, que estará en Mestalla viendo al equipo de Halilovic y Sanabria, sus ídolos.

Todo son bromas con Río, que extiende su camiseta para la firma del croata. La remanga y extiende otra. Busca en la bolsa y saca un puñado de cromos de Halilovic que le da a firmar, luego guías deportivas, fotos con su imagen y todo tipo de productos. Casi 30 autógrafos después, saca una cámara y hace un selfie de ambos a gran velocidad. Poco a poco, le firma casi toda la plantilla.