Al sportinguismo no le dio tiempo a lamentarse por la ausencia de Sanabria y la lesión de Ndi pasó inadvertida por la furia con la que Jony persiguió un balón imposible. El Sporting comenzó ganando un partido vital ante el Rayo Vallecano, en el que los teóricos secundarios tuvieron un papel protagonista. Guerrero fue la única novedad en la alineación y Halilovic, como si lo fuera, entró al noveno minuto. Ellos firmaron los goles y protagonizaron algunas jugadas que pudieron ser determinantes. Abelardo ha olvidado los bandazos en los últimos partidos y, con la coartada de los buenos resultados, ha mantenido fidelidad a la alineación que goleó a la Real Sociedad, en el gran partido de los rojiblancos este año. Los cambios han sido obligados y sin vuelta atrás. Vranjes por Lora, Guerrero por Sanabria y Halilovic por Ndi.

A la vista de los dos balones estampados en el poste en los últimos minutos, el Sporting arrancó un punto de oro. A la vista de la primera hora de partido, los rojiblancos perdieron dos puntos de forma absurda. Era un partido de mucha trascendencia. La buena noticia para el Sporting es que ha puntuado en los últimos cuatro partidos y da un nuevo paso, aunque corto, hacia el objetivo. El Rayo tiene el doble consuelo de seguir por delante de los rojiblancos y de tener a su favor el goalaverage particular. Que no es poco, a la vista de las circunstancias.

Fue un partido raro, que empezó con el fondo sur vacío en señal de protesta por los horarios impuestos por la Liga al Sporting, un equipo que en los últimos meses ha jugado de viernes, de jueves, de lunes, de sábado a las 22.05 horas y que lo hará de nuevo el próximo miércoles (laborable) a las 18 horas ante el Barcelona.

Se esperaba también el juicio sumarísimo de la grada a Jony, tras saberse su compromiso con el Málaga. El chaval tiene buenos asesores y en los primeros minutos corrió como si le fuera la vida en cada pelota. No hubo ningún reproche. Tampoco un apoyo significativo. Se diría que sencillamente El Molinón no le dio importancia al asunto o lo aparcó hasta resolver el objetivo de la permanencia. Las distracciones no convienen.

Había tanto en juego que se cometieron errores groseros. Fueron acciones decisivas que la fortuna repartió a su manera. El miércoles el Sporting se pondrá al día con el calendario en un partido ante el Barça de mucho desgaste, tres días antes de visitar al Betis.