El silencio se hizo en Mareo cuando Sergio, con notables gestos de dolor, se echó mano al hombro izquierdo, el mismo en el que fue operado hace unos meses. El centrocampista rojiblanco salió mal parado durante una pugna con Guerrero por un balón dividido. La posible recaída del avilesino dejó helados a futbolistas y técnicos, que rápidamente fueron a intererase por su estado. En principio, todo quedó en un susto. "Se llevó el golpe en la zona de la cicatriz. Por precaución dejó el entrenamiento, pero esperamos que no sea nada importante", aclaró Abelardo, al término de la sesión, haciendo referencia a que el impacto se produjo en el mismo punto en el que futbolista sufrió una luxación acromio-clavicular, durante la visita al Vicente Calderón.

Una posible recaía de Sergio se convertiría en una dificultad añadida durante el tramo en el que todo se decide. El Sporting, que no podrá contar con el canterano ante el Espanyol, al encontrarse sancionado, espera que la evoluvión de sus molestias no le impidan estar disponible en Granada. El jugador guardará reposo a la espera de volver a ser examinado por los servicios médicos, para descartar cualquier tipo de complicación. Sergio ya optó por operarse y descartó un tratamiento conservador para reducir el riesgo de recaída cuando se lesionó en noviembre.