Castro acudió a su cita con el gol, pero no fue suficiente. El delantero rojiblanco fue el autor de los dos tantos del equipo, alimentando su particular racha tras ver puerta ante el Barcelona y el Betis. Una actuación que el de Ujo deja en segundo plano ante el contundente resultado. "No me fijo en que haya conseguido marcar en tres jornadas consecutivas. Lo único que quiero es ganar. El vestuario está fastidiados, porque este partido era muy importante para nosotros. No queda otra que seguir", explica.

Le cuesta encontrar respuesta a unos fallos que no suelen ser habituales en el Sporting. Castro considera que el golpe de recibir dos tantos, al filo del descanso, y nada más iniciar la segunda parte, puede resultar sintomático. "No sé qué ha podido pasar, quizá nos faltó concentración en determinados periodos del encuentro. Ya no se puede dar marcha atrás", subraya. El rojiblanco terminó el partido con una contusión en el labio fruto de un manotazo de Duarte cuando se colaba en el área al filo de la conclusión de la primera parte. Una acción que terminó sin castigo. "Puede ser que el partido en Granada cobre ahora más importancia tras este resultado. Creo que nos repondremos de este golpe porque este equipo es muy fuerte", afirma.