Las primeras reacciones de los futbolistas son positivas, aunque como en todo colectivo hay distintas opiniones. La tendencia dominante apunta a que las sesiones con el coach Ricardo Serrés, ayer tuvo lugar la segunda, son un refuerzo positivo y, en todo caso, no harán ningún daño. La incorporación de Serrés al trabajo con la plantilla fue una iniciativa del director deportivo, Nico Rodríguez. No es la primera vez que el Sporting cuenta con un motivador/psicólogo. El último, en la etapa de Marcelino García Toral, fue Joaquín Valdés, quien hoy trabaja en el Barcelona como parte del cuerpo técnico de Luis Enrique, al que ya acompañó en el Roma. En aquel momento Valdés fue una petición expresa de Marcelino.

Hasta el momento las sesiones de Ricardo Serrés han consistido en charlas motivadoras, para levantar la moral del equipo, hacerles ver las virtudes que tienen y tratar de recuperarlas, y en multitud de juegos para fomentar la confianza en el compañero. Un ejemplo sería el clásico ejercicio en el que una persona se deja caer en la confianza de que sus compañeros le cogerán y evitarán el golpe.

Curiosamente, unas imágenes recogidas por el programa de televisión "El día después" en la boca del túnel de vestuarios de La Rosaleda captaban al capitán Iván Cuéllar dirigiéndose a sus compañeros en los siguientes términos: "Confiamos en el compañero y lo protegemos". Este aspecto es algo fundamental en la gestión de grupos y su optimización.