Campeón del Mundial sub-20 en 1999 (con todo lo que supuso aquella generación) y protagonista del "casi ascenso" del Sporting de Marcelino García Toral, tuvo que llegar al Levante para encontrar el reconocimiento y el objetivo que "el fíu de Cundi" siempre persiguió. Rubén Suárez Estrada (Gijón, 19-2-1979) vive entre dos tierras el duelo que enfrentará el próximo lunes a los dos clubes que han marcado su vida. "Mi única espinita es no haber cumplido el sueño de haber jugado en Primera con el Sporting", afirma, a sus 37 años, mientras sigue pegado a la pelota, en las filas del Torrevieja, conjunto con el que intenta calmar un voraz apetito deportivo que busca una nueva dentellada en forma de ascenso a Segunda B.

-No se perderá la cita en el Ciudad de Valencia.

-Estaré allí, sufriendo como uno más. Soy sportinguista, el Sporting es mi vida, para mi familia y para mí, pero también me considero granota. Son los dos clubes que han marcado mi trayectoria y éste es un duelo vital para ambos.

-Por usted, que ganen los dos.

-¡Claro! Y que se salven.

-¿Cómo ve a ambos equipos?

-Tanto Sporting como Levante están dando pasos importantes para lograr la salvación en las últimas jornadas. Tienen mimbres suficientes para conseguir el objetivo.

-El Sporting viene de un triunfo importante ante el Atlético.

-Esa victoria demuestra que el equipo está muy vivo. Les va a dar mucha confianza. Ver cómo corren, cómo pelean esos chavales, es lo que hace que todo sportinguista se muestre ilusionado de cara a este final de Liga. Esta plantilla hace, además, que se vean reflejados los valores del club. Con todo lo que ha pasado, con todas las limitaciones, tienen mucho mérito. Pase lo que pase al final de la temporada, creo que hay que sentirse orgullosos por ellos.

-¿Puede pesar un momento de tanta tensión a una plantilla tan joven?

-Recuerdo que, cuando conseguí el ascenso a Primera con el Levante, nos pasó un poco lo mismo. Teníamos mucha gente con poca experiencia en la categoría y, sin embargo, en el tramo final hicimos valer ese aprendizaje que experimentas en la primera vuelta, y conseguimos la permanencia. Confío en que al Sporting le sucederá igual.

-¿Le salen los números?

-Hay muchos implicados. Diría que hasta siete u ocho equipos. Lo que marcan, a estas alturas, son las dinámicas. Y ahora, el Sporting está reforzado anímicamente.

-¿Qué ambiente se respira en Valencia?

-Ahora hay buen ambiente. El año ha sido complicado. No se acertó con los fichajes, pero los jugadores que llegaron en diciembre sí que están aportando muchas cosas. El estilo de Rubi también gusta más, parece que al equipo le viene mejor. La gente está confiada. Lo bueno que tiene este club es que nunca se rinde, tiene una filosofía un poco similar a la del Sporting. Siempre es capaz de salir de situaciones difíciles. Van a dar guerra hasta el final, estoy convencido.

-¿Hasta qué punto han influido las llegadas de gente como Rossi o Verdú?

-Rossi tiene muchísima calidad, y Verdú le ha dado otro tipo de juego al equipo. Pero no han sido los únicos que han cambiado la situación. A ello hay que unir que otros jugadores que no contaban con muchos minutos, como Verza, está teniendo protagonismo o Lerma, que parece que han dado con su puesto al colocarle como lateral derecho. El Levante tiene muchos recursos.

-¿Qué partido espera?

-No será fácil para ninguno, pero si hay un equipo incómodo en esta categoría, ése es el Sporting.

-¿Qué destaca de los rojiblancos?

-El grupo. Todos están haciendo una gran temporada. Cuando Abelardo le da oportunidad a un jugador que no es habitual, responde al mismo nivel. El Sporting tiene más mérito que ninguno en esta categoría por las condiciones en las que ha tenido que afrontar la campaña. Las limitaciones en los fichajes son un tara importante.

-¿Cómo valora el papel de los debutantes?

-Sanabria es un delantero importante, va a dar mucho que hablar en el fútbol. Jony es otro jugador de calidad. Lo que más ha pesado es la baja de Bernardo. Te daba muchas opciones en las dos áreas, además de que se le ve como un líder para sus compañeros. Digo esto, pero ver a Meré con Luis, da gusto. Es otro con un futuro tremendo. De aquí a muy poco, habrá un grupo interesante.

-Usted cambió el Levante por jugar en el fútbol chino, ahora con fichajes importantes, como Jackson Martínez.

-Se veía venir que sucedería algo así. Es un fútbol emergente, que empezó a basar su crecimiento a través de firmar jugadores de nivel. Poco a poco, lo está consiguiendo. Están llevando también secretarios técnicos, preparadores físicos... Creo que es la parte en la que más tienen que mejorar. Cuando estuve allí, los métodos de entrenamiento eran muy a su manera, un poco anticuados.

-¿Se arrepiente de aquella decisión?

-Fue una experiencia difícil, pero no le doy más vueltas. Tuve la opción de haberme quedado en el Levante, pero las condiciones que me ofrecieron no eran las mejores para mí. No me arrepiento.

-Volvió para jugar en el Castellón, donde terminó apartado por Calderé ¿Pensó entonces en colgar las botas?

-No. El fútbol tiene estas cosas. El entrenador no quería que estuviera allí, y no quise problemas. El Castellón es un gran club y siempre me trató muy bien. La única pena fue la de no conseguir el ascenso. Tengo la conciencia tranquila.

-¿Cómo le va ahora en el Torrevieja?

-Bien. Llegué en un situación difícil, con el equipo en descenso. Ahora somos el segundo mejor conjunto, tomando como referencia la jornada 15. Estamos cerca de la promoción, pero va a ser difícil alcanzar esos puestos. Nos ha lastrado fallar tanto en el inicio.

-Se le nota con cuerda para rato.

-No me falta motivación. La retirada me la marcará el día a día. En el futuro también me gustaría seguir ligado al fútbol, ya sea desde un papel como el de director deportivo, o el de agente.