José María Suárez Braña dimitió esta mañana como presidente de la Federación de Peñas Sportinguistas, acorralado por las críticas y la petición de que abandonara el cargo por parte de los miembros que forman parte de la asociación, durante una asamblea que se celebró en El Molinón.

Las últimas declaraciones del gijonés, afeando el hecho de que Manuel Preciado tuviera una estatua junto al campo, y defendiendo la figura de Manuel Vega-Arango, han terminado restándole apoyos, tal y como le hicieron constar los peñistas durante el encuentro que mantuvo con ellos esta mañana.

Lo que comenzó como una disconformidad aislada, ya que cada peña tuvo un turno de intervención, terminó siendo unánime, lo que llevó a Suárez Braña a decidir abandonar el cargo. Jorge Guerrero, hasta ese momento su mano derecha, asume la presidencia, al menos, hasta las próximas elecciones, que se convocarán de manera inminente. La intención de Guerrero es ser refrendado en las urnas y seguir al frente de la Federación de Peñas Sportinguistas. Suárez Braña pone fin a un mandato que inició en 1997.