"Era una situación favorable para salir del descenso, y nos vamos fastidiado". Sergio Álvarez simbolizó tras el partido la rabia de un vestuario que se quedó sin poder celebrar la vuelta a plazas de salvación al caer ante el Celta de Vigo. "Nos hizo mucho daño el gol de Nolito. Ha salido cruz en esta ocasión, pero tenemos que cambiar el chip cuanto antes. No vamos a rendirnos nunca", subrayó. El avilesino, que ofició como capitán durante el duelo ante el conjunto celeste, solicitó que nadie pierda la confianza a pesar de que no acompañó el resultado. "Queda mucho en juego todavía y necesitamos a la afición para conseguir el objetivo", señaló, consciente de que El Molinón se quedó con ganas de más.

Fue uno de los destacados en un encuentro cargado de trabajo para frenar el juego entre líneas del Celta. "Hubiera hecho mejor partido si nos marcháramos con la victoria", respondió Sergio Álvarez, preguntado por su destacado papel en el campo. "Intento dar el máximo y ayudar al equipo. Creo que lo hemos podido hacer mejor. Es un partido menos y hemos perdido. Esta plantilla tiene espíritu luchador y tenemos que intentar sumar todo lo posible en las seis jornadas que quedan", destacó. Sergio invitó a centrarse ahora en la visita a la Unión Deportiva Las Palmas, que podría recibir al Sporting con la permanencia casi resuelta de ganar, esta noche, en su visita al Deportivo de La Coruña.