"Todo pasa por ganar o, si sale mal, no perder". Abelardo advirtió ayer de la transcendencia del encuentro de esta noche ante el Sevilla. "Es un partido decisivo, el más importante de la temporada. Por él pasan bastantes opciones de lograr el objetivo, si lo sacamos", señaló el entrenador del Sporting, sobre la necesidad de la victoria para escapar del descenso. Lo hizo antes de mostrar su malestar por las críticas recibidas tras el empate en Las Palmas, que entiende excesivas. "Lo que me fastidia es que todos los entrenadores de fuera digan que se sienten orgullosos del equipo que entreno, mientras que aquí se dice que no preparamos los partidos, que tiramos las primeras partes? Siento que aquí no se valora al equipo", subrayó el Pitu, evidenciando un enfado mayúsculo.

"Nadie se acuerda de que, el año pasado, este equipo era para bajar a Segunda B o mantener la categoría", comentó Abelardo en un primer momento, para argumentar su sensación de que los medios de comunicación no valoran, en su justa medida, lo que está consiguiendo el Sporting. "Sé que he recibido muchas críticas por la alineación (en relación a la pasada jornada). Nosotros miramos los partidos y analizamos a los rivales. Puse a Guerrero para hacer un desgaste en el primer tiempo y tapar a Roque Mesa. Ya sé que hemos tirado el primer tiempo, me da mucha risa", deslizó, irónicamente, sobre su planteamiento en el Estadio de Gran Canaria. "Si ahora os pregunto cómo juega Las Palmas no sabéis ni el sistema", añadió, haciendo más visible su enfado. "Este equipo nunca tira los partidos. Salimos a morir. Me hace gracia escuchar que Las Palmas no se jugaba nada. Las Palmas, si queda un puesto por encima, cobra 400.000 euros más de la Liga. Y si veis a Quique Setién cómo celebró el primer gol, veis que iban a tope", subrayó.

No se quedaron ahí las referencias de Abelardo sobre la actuación del Sporting la pasada jornada. "Nos enfrentamos al tercer equipo de la Liga en la segunda vuelta, que había perdido uno de los últimos siete partidos. Si llegamos a jugar contra un equipo de Tercera División hubiera sido terrible", señaló, refiriéndose a las críticas. "Me siento súper orgulloso de este equipo, a pesar de que vosotros digáis que somos la de Dios y que teníamos que tener 50 o 70 puntos. Permanecer en Primera sería un milagro. Es mucho más difícil que lo del año pasado", recalcó, ahondando en su sensación de que se exige demasiado.

Antes de que el Pitu sacara a la luz todo su genio, el entrenador rojiblanco hizo balance sobre la dificultad de imponerse al Sevilla. "Están haciendo una grandísima temporada. Está en tres frentes: en los puestos de arriba en la Liga; en semifinales de la Liga Europa, y en la final de la Copa. Es un equipo muy difícil a nivel táctico, a nivel técnico, y a nivel físico. Tenemos que jugar un gran partido para ganar", afirmó. Dio por recuperados a Lora y Vranjes, e incluso concentró a toda la plantilla en Mareo, en la noche de ayer, para hacer piña ante un duelo de este calibre. No dejó ninguna evidencia sobre el equipo que va a presentar ante los hispalenses, pero fue rotundo cuando se le preguntó por el papel que debe desarrollar Halilovic en el Sporting. "Si no ha jugado en las últimas semanas es porque se ha entrenado mal. Yo aquí no regalo nada a nadie. No es un tema de calidad o no. Este equipo tiene el trabajo y la predisposición. Tiene que correr todo el mundo, estar a tope, y considero que Halilovic no lo ha hecho así. El otro día ya estuvo bastante mejor. Tiene opciones de jugar, como otros", explicó el temperamental entrenador gijonés, cuyo enfado no se aplacó ni por el hecho de que ayer cumplió 46 años.