"Con Manolo, que en paz descanse, teníamos que ganarlos y los ganamos". Iván Cuéllar sabe cómo conectar con las masas. El capitán vincula al Sporting de los guajes con el equipo que dirigía Manolo Preciado y que en la temporada 2008-09, en una situación idéntica a la actual, logró ganar los tres últimos partidos y certificar la permanencia. Cuéllar fue decisivo entonces con una parada en Valladolid que valió por media salvación. "Veo paralelismos entre el equipo de Preciado y éste, porque tiene alma", argumenta el extremeño que también asume algunas diferencias: "Aquel estaba más rodado, pero éste sueña y tiene una proyección que el otro equipo no tenía y una ilusión que tampoco tenía". Además, Cuéllar es de los que cree que los malos momentos fortalecen y de eso sabe un rato este vestuario. "Este equipo tiene muchos más problemas y hay muchas cosas vividas entre nosotros que nos hacen más fuertes y que nos hacen agarrarnos a los objetivos", sostiene.

Iván Cuéllar se suma al discurso de Abelardo y asegura que "a día de hoy, el equipo depende de sí mismo". El extremeño marca el objetivo de la permanencia y sitúa el listón en un pleno de victorias en los tres partidos que quedan por disputar. "Si ganamos los tres partidos, es muy difícil que descendamos. Por eso las miras están puestas únicamente en lo que hagamos nosotros. Que es difícil", explica.

El portero rojiblanco prefiere olvidarse de los partidos de sus rivales, aunque reconoce que es inevitable ver sus resultados. "No hay posibilidad de distraer la atención, porque la requiere tu partido. Es evidente que estaría mintiendo si digo que no me fijo en lo que hacen los demás después de mi partido y más en este fin de semana que fuimos los primeros en jugar", detalla. La historia se repetirá el próximo fin de semana, en el que el los rojiblancos disputan el partido adelantado al viernes. "Vamos a centrarnos en hacer las cosas bien y, si los demás fallan, mejor que mejor. Quedan tres partidos y hay que ir a muerte", concluye.

Cuéllar no aceptó preguntas sobre el partido de Barcelona y aseguró que sólo estaba dispuesto a hablar del próximo choque ante el Éibar. Una curiosa novedad. Otra más.