"Ha llegado la hora. Tenemos que ganar esta final". El Abelardo más optimista de la temporada aparece cuando todo el sportinguismo es un manojo de nervios. El Pitu lanza su mensaje antes del partido del año, para dejar clara su postura pase lo que pase, sin ventajismo: "Estoy muy orgulloso de entrenar a este equipo y de toda la afición que tenemos detrás". Abelardo quiso hacer una mención especial para los aficionados rojiblancos y pidió permiso para comenzar su comparecencia con una breve alocución de agradecimiento: "Es una pasada lo que mueve este equipo. Quiero dar las gracias a la gente, a la afición, las colas que han hecho, dormir en el campo, gente que igual lo pasa mal para llegar a fin de mes. Nos sentimos muy queridos, muy arropados".

El vestuario ha recibido el cariño de sus seguidores y, a cambio, Abelardo compromete el máximo esfuerzo de parte de sus futbolistas. "Vamos a dar el 200%, este equipo, estos guajes, se van a dejar el alma". Lo que no puede garantizar el técnico gijonés es que el resultado vaya a ser favorable, porque "esto es fútbol". Al Pitu le gustaría quitarse "20 años" y poder tomar parte en "un partido con mucha presión, pero muy bonito de jugar". El técnico insiste en que "el equipo está preparado y no sé si saldrá un buen partido, pero estoy seguro de que se van a dejar el alma".

El Sporting buscará una victoria que les "acercaría mucho al objetivo de la permanencia", pero no lo hará a lo loco. "Hay que partir de una buena defensa, porque eso nos hará tener muchas más opciones de victoria". Lo que sí ha confirmado el técnico es que Dani Ndi no estará disponible y hasta dejó entrever la posibilidad de que el camerunés pase por el quirófano a corto plazo.

"A falta de dos jornadas, el Sporting está vivo en Primera División y vamos a jugar un partido bonito, con mucha presión y vamos a intentar sacarlo adelante porque sabemos lo que significa", detalla el técnico rojiblanco. Abelardo ve a sus jugadores concienciados para regresar con la victoria: "Este partido es definitivo, pero veo al equipo muy preparado. No sé si haremos un buen partido, pero estoy seguro de que los chavales se van a dejar el alma".

El técnico asume que algunos de sus auxiliares tendrán una radio en el banquillo y que le irán poniendo al día de los marcadores, aunque es partidario de mantener a los futbolistas ajenos a esta información. "A los jugadores no les tenemos que transmitir nada de lo que suceda en otros campos, dependemos de nosotros mismos y quiero que estén centrados en ganar", sentencia.

Abelardo se mostró complacido por el momento que atraviesa su equipo, algo que comparte con el Getafe, y lamentó que "la Liga no dure diez partidos más, porque el equipo está creciendo y ha mejorado en la segunda vuelta en todos los aspectos". El Pitu prevé "un partido muy igualado, que se puede decidir por cualquier cosa. Será un partido en el que hay que estar muy concentrado y no hacer cosas raras".

La sequía de Sanabria, delantero de referencia del equipo, no preocupa al entrenador que confiesa sin problema que "al inicio de temporada hubiera firmado que Tonny -Sanabria- y Castro sumasen 18 goles". El Pitu insiste es que se trata de "un partido precioso de jugar" y bromea con que "ahora mismo me quitaría veinte años". Y remarca que "los jugadores están con unas ganas tremendas de que llegue el partido".

El técnico sorprende al asegurar que no tiene decidida la alineación y que tampoco le ha dado demasiadas vueltas. Esta ha sido una semana en la que primado el aspecto anímico. La plantilla tuvo ayer una nueva sesión con el coach Ricardo Serrés. El equipo acusó los nervios ante el Éibar en el último partido en El Molinón, pero Abelardo entiende que superado ese escollo, los rojiblancos saldrán con más temple en Getafe: "No es fácil jugar este tipo de partido ni para los grandes. Somos el Sporting, somos el equipo de los guajes y es normal que estén nerviosos. El otro día estaba nerviosa la grada también".

Abelardo cierra su discurso con nuevos mensajes de optimismo. "Este equipo ha competido en la mayoría de los partidos y eso nos da confianza para enfrentarnos a un rival en la misma situación que nosotros", argumenta. Además confía plenamente en que se escuche más "a los tres mil que tendremos allí" que a la parroquia local. El Pitu se despide como empezó: "Es muy bonito entrenar al Sporting y soy un privilegiado por intentar superar este reto aquí".