"Cuando entras a El Molinón se siente algo especial, se huele. Es un olor agradable. Cuando escucho el himno se me ponen los pelos de punta". Cualquier aficionado del Sporting podría suscribir esta confesión. Alejandro Varela Rodríguez, Álex, (22 años, nacido en Mieres, aunque residente en Gijón desde pequeño) siente al Sporting como nadie. Mejor que nadie. Este joven aficionado compensa con su especial sensibilidad la desventaja que le supone convivir con una deficiencia visual grave, que no le impide vibrar en la grada, viajar con la Mareona, sentirse agraviado por los árbitros o narrar durante minutos la gran temporada que ha hecho Cuéllar, su jugador favorito, porque es "un porterazo y nos ha salvado de muchas". Lo cuenta con tal capacidad de detalle, que resulta sorprendente. "Me imagino el campo en la cabeza. Mis ojos son la radio y los gritos de la gente. Tengo una enfermedad degenerativa, por lo que de pequeño tenía más visión. Ahora veo bultos y luces, pero no me alcanza para ver el fútbol", explica con la naturalidad de quien convive con la enfermedad.

La suya le viene por herencia materna. Álex tiene un hermano gemelo con parálisis cerebral que se llama Abraham y un hermano menor, Enol, cuya deficiencia visual es leve. "Enol lleva un monóculo y ve el partido a través de una cámara de fotos con el zoom al máximo", detalla.

Álex, Enol y su padre Modesto, que "siempre fue forofo del Sporting", son abonados rojiblancos con asiento en la Tribunona. Desde hace un año, además son socios de la peña sportinguista Sentimiento Rojiblanco. Seguramente no habrá otra cuyo nombre refleje mejor la forma en la que Álex vive al Sporting. "Fue la temporada pasada. Queríamos ir a Ponferrada, con el temporal de nieve, y buscamos una peña para ir con ellos. Probamos con ésta, nos sentimos muy a gusto y ya nos quedamos con ellos", relata. Esta temporada, Álex Varela estuvo en el Santiago Bernabéu, en el Vicente Calderón y en Getafe, donde saltó a la fama después de que otros aficionados rojiblancos le rindieran homenaje subiendo una fotografía suya a las redes sociales. "Es una peña que se organiza muy bien, me dio un ambiente de sensaciones que me encantó", comenta antes de añadir que "me gusta su gestión, están con Unipes y con Tu fe nunca decaiga, que son dos plataformas que quieren que el socio tenga la capacidad de elegir". El propio Álex es muy activo en twitter y facebook, gracias a su ordenador adaptado y al lector de pantalla de su teléfono móvil.

El deseo de Álex Varela sería el de encontrar más aficionados en su situación y "formar un pequeño grupo". Su mejor recuerdo como rojiblanco se produjo al término de la temporada pasada. "Estuve en primera fila en la plaza del Marqués. Cogimos unos bocadillos y bajamos con muchísimo tiempo para que mi hermano Enol pudiera ver la pantalla. Al final, esperando el resultado de Girona no pude más y quité la radio. Me enteré por los gritos de la gente", repasa.

Álex parece un chico alegre y lanza un mensaje de optimismo: "Si hubo un milagro, por qué no va a haber otro. Pido a la gente que vaya a animar a este equipo que lo da todo pese a las restricciones. Tenemos que sentirnos orgullosos de ellos. No se les puede reprochar nada". La de Álex es otra forma de sentir el Sporting.