Ésta no es la Liga de Luis Suárez ni la del Barça por muchos goles que meta o por muchos campeonatos que consigan año tras año. Lo que realmente tiene mérito es lo que acaban de hacer los guajes de Abelardo. Los "listos" del mundo del fútbol auguraban que el Sporting estaría descendido en Navidades y que no superaría los 15 puntos al final de Liga. Pues ahí tienen el resultado de sus pronósticos. El Sporting sigue en Primera un año más. Pese a quien pese.
El éxito futbolístico del año tampoco es el del Leicester, por mucho mérito que tenga su título liguero. Sí, ganó la Premier inglesa frente a los multimillonarios del Chelsea, el Arsenal y los dos equipos de Manchester. Pero su hazaña queda en nada en comparación con la del once rojiblanco.
El Leicester no deja de ser un club rico en comparación con el Sporting. El equipo inglés pudo fichar en Francia y en otros mercados, aunque sea entre los jugadores de equipos menores. En cambio, los rojiblancos salieron a competir en la mejor Liga del mundo con prácticamente la misma plantilla que en agosto de hace dos años estaba condenada a luchar para no descender a Segunda B.
El mérito de esta historia de éxito rojiblanca a buen seguro que está en muchas causas y se debe al esfuerzo de muchas personas. Los primeros, los jugadores. Todos los aficionados rojiblancos saben que una buena parte de los mejores jugadores no van a seguir la próxima temporada.
No sería el primero ni el segundo equipo que se vienen abajo cuando sus futbolistas clave aseguran sus habichuelas en otros clubes (algo completamente lógico en una economía libre, y mucho más en este caso, cuando el Sporting no tenía ni un euro que ofrecerles, al menos hasta ahora, ya garantizada la permanencia en Primera). A pesar de ello han sido precisamente esos jugadores, los que posiblemente sólo vengan a El Molinón con el equipo rival, o ni eso porque jueguen en otras ligas, algunos de los que han liderado la remontada hacia la permanencia.
La afición seguro que también ganó algún que otro punto, tirando del equipo en los momentos más dramáticos o, al menos, amedrentando a los rivales.
Pero, sobre cualquier otra causa, si el Sporting repite ahora milagro es gracias a Abelardo. Tomó las riendas del Sporting entre la desconfianza de muchos estamentos del club, obligados a recurrir a un hombre de la casa porque no había ni un euro para más. Ahora todo el sportinguismo reza para que Abelardo siga en el Sporting un año más, a ser posible con un contrato por mucho, mucho tiempo.
Este Sporting que repite en Primera a pesar de los arbitrajes sufridos en Granada, Getafe y Vallecas -los tres grandes rivales por la permanencia- no puede entenderse sin la mano de Abelardo detrás. Cogió a unos jugadores por los que nadie apostaba e hizo de ellos un grupo ganador. Por eso, igual que hace un año, ¡gracias, Abelardo! Contigo empezó todo.
