Pasan las horas y los días, pero los ecos de la fiesta rojiblanca no desaparecen. Ni el triunfo del Sevilla en la final europea tapa la satisfacción generalizada por el éxito del gran timonel y de los suyos. Por cierto, no son buenos tiempos para ponerse a analizar la derrota del campeón europeo en el Anfield del Piles. Aquellos tres puntos fueron cruciales en el balance final, que manda a Rayo Vallecano y a Getafe a Segunda. El gol de Isma López fue crucial, un gol en el último minuto de aquel partido. El Sporting, damas y caballeros, señoras y señores diputados, sigue teniendo derecho a ganar partidos.
En el club, por lo que se empieza a ver, quieren poner las luces largas y afrontar el futuro inmediato con profesionalidad y sentido común. Parece ser que se dan pasos para que dirección deportiva y dirección técnica remen en la misma dirección y trabajen codo con codo en la elaboración de la próxima plantilla, en la que no estarán Luis Hernández, camino de la Liga de Campeones en el Leicester; Jony, camino de La Rosaleda con el Málaga, y Mascarell, camino de vuelta al Real Madrid. Los tres futbolistas, cada uno en su papel, fueron cruciales en la permanencia y contarán, sin duda, con la gratitud del mundo rojiblanco. Sin embargo, con el debido respeto y todas las cautelas, habría que decirles a los dos primeros que no parece que Leicester, al margen del título en la Premier, y Málaga sean más que el Sporting. Del club rojiblanco hay que marchar para ir del Valencia para arriba, nunca para abajo. Claro que se dirá que las diferencias económicas son brutales. Pues eso.
Lo que le queda al Sporting es la necesidad de elaborar un plan quinquenal para la cantera, que ha de ser la base del futuro del equipo. Una cantera a cinco años vista, con un filial en el que haya jugadores capaces de dar el salto al primer equipo sin angustias, algo que, según los más finos analistas del lugar, no se ha dado en la temporada que acaba de terminar. En el filial, con muchos futbolistas llegados de fuera, no hay material humano que pueda servir a la primera plantilla. La configuración de la primera plantilla es un asunto clave para el Sporting, pero el ordenamiento deportivo de la labor de la cantera es una aspiración irrenunciable. El Sporting va a ingresar mucho más dinero por la televisión, pero los demás rivales ingresarán más, por lo que seguirá en la zona de los modestos. Por ello, la apuesta canterana es irrenunciable.
Nadie quiere repetir la angustia de las dos últimas temporadas. En la anterior, por el ascenso; en ésta, por la permanencia. A lo mejor un poco de tranquilidad dejaba al Anfield del Piles sin fiesta, pero a los corazones les sentaba mejor. Nadie quiere depender de la premonición del gran Maxi Rodríguez, que anunció tiempo atrás la permanencia en una prueba de que el talento se aplica en todos los órdenes de la vida. Ni todos los años va a nacer un Martín, que llegó con la permanencia bajo el brazo en el primer éxito de su recién iniciada vida. Las buenas costumbres han de mantenerse siempre; por eso, si pregunto, ¿molesto?: Esuperio, ¿por qué no te mojas? Ya sólo queda pasar los tres próximos meses de espera resolviendo cuestiones clave para el futuro.
