La llegada de Javier Fernández a la presidencia del Sporting no altera la hoja de ruta establecida en los últimos catorce meses ni tampoco añade tareas a quien, hasta ahora, había ejercicio como vicepresidente. "No cambia mucho. Seguiré con las mismas responsabilidades que tengo hasta ahora", afirmó durante la entrevista que concedió a LA NUEVA ESPAÑA, hace escasos días, al ser cuestionado sobre la posibilidad de asumir el cargo de mayor representación del club. Un paso que se ha acelerado con la renuncia de Antonio Veiga a la presidencia, pero que tiene las líneas bien marcadas. Javier Fernández basa su proyecto de presente y futuro de la entidad en una serie de bases que podrían resumirse en el particular decálogo del nuevo mandatario rojiblanco:

1. Deuda cero. Javier Fernández parte de un plan de saneamiento que él mismo ha ido definiendo desde que asumiera la responsabilidad del área financiera. El objetivo se inició con la idea de poder conseguir la deuda cero en diciembre de 2017. Una meta factible teniendo en cuenta el incremento en ingresos a través del nuevo reparto de los derechos televisivos, y también por el control financiero al que se ha visto sometido la entidad por parte de la patronal. Medidas, estas últimas, que Javier Fernández siempre ha querido remarcar que comparte.

2. Crecimiento deportivo. El nuevo presidente pretende consolidar al Sporting en Primera con una aumento progresivo de los recursos destinados al primer equipo y unas ideas que comparte con Abelardo, el hombre elegido para ponerlo en práctica sobre el campo. Presidente y entrenador no esconden una sintonía que les permite confiar en que, en el medio plazo, es posible creer en un Sporting que no sólo deje de mirar para la zona baja de la tabla, sino que lo empiece a hacer para la alta.

3. Estructura profesionalizada. Los cambios en la gestión realizados en los últimos catorce meses son el principal argumento de Javier Fernández para subrayar su compromiso a la hora de dotar al club de una estructura más profesionalizada. Esta idea, que ejerció como una de las claves en su entrada en la entidad, ha ido tomando forma con la delimitación en departamentos, con tareas y responsabilidades específicas. Una estructura menos dependiente como lo era, anteriormente, de la figura del director general, Alfredo García Amado.

4. Recuperar la paz social. Consciente de la fractura entre propiedad y afición, ha tratado de poner en marcha una rueda de contactos con colectivos representativos del sportinguismo (Unipes, Federación de Peñas, Tu fe nunca decaiga) para escuchar propuestas e informarles de la postura del club. Fernández también ha recuperado a Fernando Losada, portavoz del consejo de administración, para mejorar la comunicación sobre el funcionamiento del órgano gestor.

5. Desarrollo marca Sporting. El aprovechamiento de la marca Sporting es una de los puntos débiles detectados por Javier Fernández, que pretende aumentar la vía de ingresos a través de reforzar la estrategia de marketing. Captar recursos publicitarios y explotar la imagen del club a nivel internacional son pautas para las que ya se ha empezado a contactar con agencias especializadas en esta parcela.

6. Inversión en Mareo. El gran desafío de Javier Fernández es la recuperación de la residencia de Mareo. Una medida que permitiría captar canteranos de otras regiones y ofertar plazas a alumnos del extranjero, entre otros aspectos. Antes deberá llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para la recompra de los terrenos.

7. Refuerzo del trabajo del fútbol base. Está dispuesto a dar mayor alcance a las ideas de Manuel Sánchez Murias para las categorías inferiores. Entre las más singulares, el desarrollo de un proyecto común para jugadores, entrenadores y padres. También se incluye dar más visibilidad al fútbol femenino

8. Nuevo impulso a la Fundación. El club ha intentado recuperar, poco a poco, su participación en obras sociales a través de la Fundación Real Sporting, que no ha gozado de continuidad desde su creación. Fernández entiende que es otra de las herramientas desaprovechadas por la entidad.

9. Ayuda al deporte gijonés. La aprobación del convenio con el fútbol base, por cuatro años, ha sido una de las claves para mostrar al Ayuntamiento de Gijón la intención de sumarse a iniciativas de la ciudad. El deseo es aumentar este tipo de colaboraciones.

9. Atajar la deuda no escrita de los Fernández. No lo asume como un objetivo propio, pero Javier Fernández persigue llevar al Sporting al mismo contexto deportivo en el que lo tomó su padre, José Fernández. Es decir, que el equipo vuelva a aspirar a poder entrar en puestos que den acceso a competiciión europea, una deuda no escrita de los Fernández.