Estabilizarse, crecer y consolidarse. Son los tres pilares con los que trabaja ahora el Sporting de cara al futuro. Una idea que se repite dentro del cuerpo técnico y también desde la directiva del club. Con el terreno económico encauzado para solventar la deuda económica arrastrada de hace años, ahora el Sporting quiere ir a más y hacerse un fijo de la máxima categoría del fútbol español. El periodo más largo del Sporting en la máxima categoría fue de 1977 a 1998, con 21 temporadas seguidas en Primera. Ahora, con la dificultad de asegurar la permanencia en el año del regreso a Primera, el Sporting quiere asentarse y ser un fijo de la categoría, como lo fue en las dos últimas décadas del siglo pasado.

Suele decirse que para los recién ascendidos el primer año es el de mayor dificultad. Aclimatarse a la categoría, la falta de experiencia de muchos jugadores, la presión y los nervios juegan muchas veces malas pasadas. Pero muchas veces la ilusión, entrega y ganas suele imponerse y se acaba consiguiendo el objetivo de seguir en la categoría. Y eso es lo que le pasó al Sporting en las siete temporadas que afrontó tras conseguir el ascenso. Porque el Sporting nunca bajó a Segunda siendo un novato.

Eso sí, al igual que este año, la permanencia llegó en cuatro de los siete casos con mucho sufrimiento y hubo que esperar hasta la última jornada de Liga. En solo tres casos ya estaba asegurada la continuidad en la categoría, en la 1944-1945, la del debut en Primera, con una ventaja de siete puntos final sobre el descenso, en la 1970-1971, con un margen de ocho puntos, y en la 1977-1978, en la que incluso se llegó a la última jornada con el billete garantizado ya para disputar la Copa de la UEFA, en una temporada en la que el Sporting acabó quinto.

Esta última temporada el sufrimiento estuvo presente casi hasta el final, con el Sporting salvándose con un solo punto de ventaja sobre el Rayo Vallecano, y llegando a la última jornada en puestos de descenso. Pero la victoria de los rojiblancos ante el Villarreal, y la derrota del Getafe ante el Betis en Sevilla sacó a los rojiblancos de los puestos de castigo. En la temporada 2008-2009, tras otro sufrido ascenso un año antes, el Sporting necesitó ganar sus tres últimos partidos de Liga y alcanzar la cifra de los 43 puntos para salvarse.

Más sufridas fueron las permanencias en la década de los cincuenta del siglo pasado, en una época que celebraron dos ascensos en apenas siete años. En la temporada 1951-1952 el Sporting ganó en la última ganó en la última jornada y entró en puestos de promoción por la permanencia. Y ahí se la jugó ante Alcoyano, Mestalla, Logroñés y Racing de Ferrol en una liguilla que tuvo final feliz, con un triunfo por 3-1 ante el Racing de Ferrol en la última jornada. Y en la temporada 1957-1958 el Sporting se alzó con la permanencia en una sufrida última jornada en la que no hizo sus deberes y perdió ante el Celta 1-2, pero ninguno de los equipos de la zona baja, es decir Valladolid, Zaragoza y Granada, ganaron sus respectivos partidos y el Sporting se salvó.

La única ocasión en la que el Sporting descendió en su segunda temporada tras volver a Primera fue justo al año siguiente de aquella permanencia in extremis, en la temporada 1958-1959. Ahora, el Sporting tiene que hilar fino, confeccionar una buena plantilla, y, a las órdenes de Abelardo, que renovará hasta 2020, intentar crecer poco a poco, pasar menos apuros y hacerse un fijo de Primera. Porque el primer paso ya está dado, el de no bajar, como nunca sucedió, tras un ascenso a Primera.