Dejó el Sporting hace poco más de tres años para ponerse al frente de la Academia Puertocabello, en Venezuela. Javier Vidales rompió con todo para dirigir una escuela de carácter público que se ocupaba de la formación de 2.500 jóvenes jugadores. La inestabilidad económica (la alcaldía dejó de cumplir con sus ayudas al centro) fue el único freno de un proyecto con el que el exrojiblanco se dio a conocer en todo el país. La Fundación Dynamo Club de Fútbol de Margarita, de carácter privado y situada en la conocida isla venezolana, aprovechó la coyuntura para ficharle hace apenas unas semanas, no sólo como director de los 400 chavales que la integran. Vidales también se ha convertido en formador de entrenadores. "Aquí hay chicos con un nivel similar a lo mejor que puede haber en Mareo, lo que falta es mejorar la forma en la que se trabaja", afirma el leonés.

Lleva unos días en Gijón, junto a su mujer y sus tres hijos, los mismos que le han seguido en su aventura en Venezuela. "Había ganas de volver a ver a los amigos y a la familia", comenta Vidales, aunque su agenda está repleta de compromisos. Entre ellos, el contacto con la dirección deportiva de la UD Las Palmas, para la que ha vuelto a trabajar, desde hace unos meses, como ojeador en Sudamérica y Centroamérica. "Los únicos países que no controlo son Argentina y Uruguay. De ellos se encarga Miguel Ángel Brindisi", comenta sobre el que fuera técnico y jugador amarillo. Vidales, el que en su día descubrió a Rondón a los canarios, parecía estar destinado a triunfar en Venezuela.

"Fue una pena dejar Puerto Cabello porque estábamos creciendo, metiendo a todos los equipos en las fases finales de los campeonatos nacionales. Dos chavales, en edad juvenil, incluso están probando ahora con el Dépor y con la UD Las Palmas", apunta Vidales. El cambio no ha minado su enérgico carácter. "Ricardo Negrín, empresario, me invitó a sumarme al Dynamo, que toma su nombre del equipo de fútbol de Houston (Estados Unidos), con el que hay establecida una colaboración. Aquí buscamos que los talentos tengan una formación de alto nivel, y también estamos abiertos a ayudar a otras academias", explica el exrojiblanco. La fama de Vidales incluso le ha servido para ejercer como ponente en el Centro de Alto Rendimiento de la Vinotinto, el cuartel general de la selección y de la federación de Venezuela, para colaborar en la formación de árbitros de la primera división. "He vivido con mucha alegría los éxitos del Sporting. Me fui por una necesidad personal, por no perjudicar a mi club, pero siempre tengo en mi cabeza el poder volver", concluye.