Arcos de Valdevez

(Portugal),

Á. CABRANES

El Sporting cerró ayer los seis días de concentración realizados en Arcos de Valdevez. El equipo puso fin a una semana en la que tanto técnicos como futbolistas valoraron positivamente el trato y el entorno de trabajo que les acompañó, así como la oportunidad de poder desarrollar una convivencia más intensa que ha facilitado la adaptación de los cinco fichajes que integraron la expedición.

Los rojiblancos abandonaron Portugal a la conclusión del último de los tres amistosos que añadieron carácter competitivo a las sesiones de entrenamientos. La plantilla disfruta hoy de descanso y mañana realizará una de las salidas habituales del verano, a la playa de La Ñora, ya con Fernando Amorebieta, sexto fichaje, dentro de la dinámica del grupo. El internacional venezolano será presentado en Mareo al término de la sesión matinal, sobre las 12.30 horas.

La experiencia del Sporting en el extranjero ha dejado con buen sabor de boca al club rojiblanco. Los técnicos habían solicitado contar con la oportunidad de desarrollar una semana de trabajo fuera de Mareo para romper con la rutina y acercar, un poco más, a los futbolistas que se han ido sumando a la disciplina rojiblanca. Arcos de Valdevez fue la sede elegida, después de que Abelardo, Iñaki Tejada, Gerardo Ruiz y Mario Cotelo examinaran previamente las instalaciones y la localización. Todos coinciden en que ha sido un acierto optar por este destino. El único lunar es el estado en el que el equipo se encontró el municipal de Coutada, sede de los entrenamientos y los primeros dos amistosos. En la visita previa del cuerpo técnico, el campo se encontraba en perfecto estado, pero un hongo afectó el césped en los días previos a la llegada de la expedición, lo que hizo que luciera alguna calva y la superficie no fuera la deseada.

El Sporting no salía al extranjero durante la realización de una pretemporada desde el amistoso que disputó ante el Birmingham en 2009 y, más recientemente, en otro amistoso ante el Paços Ferreira en 2011, aprovechando que el equipo tenía otro encuentro comprometido en Galicia. Los técnicos no descartan dar continuidad a este tipo de concentración durante los próximos años, siempre que la situación del club lo permita. Tampoco se descarta que se repita destino. El club vio cubiertos parte de los gastos de su estancia en Arcos Valdevez por la organización, que corrió a cargo de la empresa Lgsp Sports, de la firma Lufthansa. La villa lusa incluso vivió una pequeña Mareona, ya que en los dos últimos días, casi un centenar de sportinguistas arroparon al equipo en los amistosos ante el Feirense y el Río Ave.