El primer tiempo no tuvo más historia que el creciente enfado de Abelardo ante las facilidades ofrecidas por su equipo. Ante este panorama, el Sporting sólo podía mejorar. Bastó con las entradas de Víctor Rodríguez e Isma López para darle otro aire al equipo. El Sporting dio un paso al frente y se fue a por el partido. Primero con un remate de Cop a centro de Víctor Rodríguez y después con un gol sorprendente anulado al croata tras una gran acción personal de Burgui. Cop emboco con la izquierda, pero el línea levantó la bandera invalidante.

La reacción de los rojiblancos se cortó por el carrusel de cambios, que dificultó que los cada vez más jóvenes protagonistas le cogiesen el ritmo al partido. Burgui ganó protagonismo y estuvo en todas las acometidas de un Sporting que intentaba por todos los medios endulzar el marcador. Ya casi al final, el ímpetu ofensivo le hizo descuidar de nuevo la zaga. El Lugo no necesitó demasiado para hilvanar otra buena combinación. Carmona castigó la espalda de la defensa con un pase profundo. Joselu, en posición franca, tiró de recursos para picar la pelota sobre la salida de Mariño. Un golazo en toda regla que redondea una tarde mágica para el Lugo. Una tarde dura para el Sporting, por más que tenga la coartada de los ocho futbolistas del filial que saltaron al césped del Anxo Carro.

Es pronto para soltar las campanas al vuelo y tocar a rebato. El Sporting de ayer tendrá muy poco que ver con el que empiece el campeonato y aún se espera la llegada de al menos tres futbolistas que apuntalen la columna vertebral del equipo. El 21 de agosto cada vez está más cerca. Abelardo tomó notas individuales, pero sabe que el conjunto no se puede valorar por el derrapaje de ayer en Lugo.