"Creo que hice un buen partido y ahora me toca disfrutarlo". Pablo Fernández cumplió el sueño que tenía desde que, en 2008, con un parón entre 2012 y 2014, llegó a Mareo. El candasín, tras su debut con el primer equipo del Sporting en El Molinón, confiesa que "estaba nervioso antes del partido, pero una vez que sales al campo te sientes mucho más cómodo, sobre todo con este equipo". El espigado delantero se llevó una de las ovaciones más sonadas de la noche, cuando le tiró un caño a Álex Bergantiños y completó la acción con una ruleta ante Luisinho. El futbolista le resta importancia a esta jugada: "Son lances del partido, yo me quedo con la buena sensación de debutar en El Molinón".

Para completar el debut soñado, le faltó el gol. "Lo intenté, a ver si comienzan a llegar ya, porque esta pretemporada parece que me está costando", lamenta el joven futbolista.

Aunque ayer formó como titular, Pablo Fernández tiene claro cuál es su equipo: "Los jugadores del filial sabemos que nuestro sitio es el segundo equipo, pero si nos dan la oportunidad intentaremos aprovecharla".