Xavi Torres -mediocentro defensivo de 29 años- se presenta hoy a las 9:30 horas en Mareo y, en cuanto finalice la puesta de largo del futbolista alicantino, se incorporará al entrenamiento con sus nuevos compañeros, que empezará a las 10:00 horas y será a puerta cerrada.

"Estoy muy contento de venir a Gijón", decía Torres a las puertas del hotel donde esperaba para firmar el contrato que le una al club rojiblanco para esta temporada. "Me han dicho que este es un vestuario muy humilde, sano, bueno y que trata muy bien a los que llegan", proseguía. Y terminó con un deseo: "Espero que nos salvemos pronto".

Xavi Torres superó satisfactoriamente en el día de ayer el reconocimiento médico al que se sometió, que era la única duda que ofrecía el jugador al club sportinguista. Esto se debe a que estuvo alejado cerca de nueve meses de los terrenos de juego por una lesión en el talón de Aquiles en 2014. Sin embargo, lo que más preocupaba en el seno del Sporting, así como sucedió en sus anteriores clubes, era las molestias que arrastra el jugador debido a una calcificación, previa a esa lesión en el talón, que le provocaba molestias continuamente y que nunca llegó a solucionarse. Torres llegó a jugar con una bota agujereada para evitar el dolor que le provocaba el roce.

Después de diez años como futbolista profesional, el de Jávea (Alicante) ha vestido la camiseta de diferentes clubes: se formó entre el Villarreal y el Alicante; disfrutó del fútbol del Barça, que tanta importancia da al centro del campo, durante dos temporadas y llegó a debutar con el primer equipo; defendió los colores del Málaga durante tres temporadas, con una cesión al Levante dentro de ese mismo periplo; en 2012 adoptó el azulón del Getafe durante una sola temporada. Y, por último, recaló en el Betis, donde ha jugado tres temporadas, aunque una de ellas fue la que se perdió por la lesión, lo que provocó que en el mercado de invierno de la temporada 2013-2014 le dieran de baja desde el club verdiblanco ya que se rompió el talón en diciembre de 2013. El centrocampista regresó en septiembre de 2014 a los terrenos de juego, aunque en octubre de ese mismo año volvió a sentir las molestias en la misma zona debido a esa calcificación.

Esta lesión apareció durante su etapa en el Getafe, donde los servicios médicos del club madrileño "no pusieron solución al problema", según confirmó Velázquez, entrenador del Real Betis Balompié, en 2014. Después de la recuperación de la lesión en el talón de Aquiles, el alicantino se vio incapaz de tener una cierta continuidad a la hora de disponer minutos, pues las molestias volvían a aparecer continuamente. El reputado doctor Ramón Cugat, al que consultaron por aquel entonces los servicios médicos del Betis, diseñó un tratamiento conservador y programó la operación para final de temporada.

Esas molestias que arrastra desde 2012 era lo que hacía que el Sporting quisiera esperar a pasar el reconocimiento médico para hacerse eco del fichaje de forma oficial. Y parece ser que el jugador se encuentra en condiciones para jugar sin problemas físicos, pues superó el test. El exjugador verdiblanco acumula un total de 140 partidos en Primera División y llega a Gijón con la intención de sustituir a Sergio Álvarez cuando se estime oportuno o incluso para formar pareja con él.

Xavi Torres se convierte, por tanto, en el ansiado mediocentro defensivo que Abelardo Fernández pidió con ferviente insistencia tras el recital de lesiones que acechó al centro del campo rojiblanco durante la pretemporada.

Tras su llegada, ya sólo se espera por la confirmación del fichaje de otro delantero, también petición de Abelardo, para competir con el croata Duje Cop y Carlos Castro. El fichaje llegará si el club consigue encontrar una salida para Canella, que tiene una de las fichas más altas del equipo, y para el central bosnio Ognjen Vranjes. Ninguno de los dos fue convocado para el "Villa de Gijón", el partido de presentación del equipo.

La situación más delicada es la de Roberto Canella ya que tiene contrato en vigor hasta 2019. El lateral no encuentra un equipo que iguale esta oferta económica, lo que dificulta su salida. Y su marcha es imprescindible para que el Sporting pueda fichar, ya que si no incumpliría el tope salarial impuesto por la LFP.